lunes, 13 de enero de 2014
Fin del Gobierno islamista en Túnez
Fuente: World Affairs- Traducido por Revista El Med.io
Por Michael J. Totten
10/1/14
El primer ministro islamista de Túnez dimitió ayer y entregó el poder a un Gobierno provisional. No fue derrocado por guerrillas o por el Ejército, sino por medios pacíficos y legales, que son familiares a los ciudadanos que han crecido en democracias.
Túnez sigue siendo el modelo para las políticas postrevolucionarias en el mundo árabe. Es lo que yo esperaba desde el principio, y hace tres años expliqué por qué. Marruecos es el único país árabe con esa madurez política. Egipto es un caso de emergencia, Libia podría convertirse en un Estado fallido si no tiene cuidado, y Siria está viviendo algo muy cercano al Apocalipsis. Irak es… bueno, es Irak.
Y, sinceramente, este titular mío es un poco exagerado. En realidad, los islamistas nunca gobernaron Túnez. Tan sólo eran el mayor partido de una coalición de Gobierno, y a cada paso se les oponían millones de liberales, laicistas y socialistas que también tenían voz y voto.
Cuando regresé por segunda vez, hace dos años, el país no parecía ni se sentía remotamente islamista. Tenía exactamente el mismo aspecto y daba la misma impresión que cuando el Gobierno era autocrático y secular, sólo que los ciudadanos podían, al fin, hablar y actuar con libertad.
Los tunecinos con los que sigo en contacto creen que una coalición laborista laica arrasará en las próximas elecciones, a finales de año, y probablemente tengan razón, pero las predicciones políticas en Oriente Medio son más o menos tan precisas como un pronóstico del tiempo hecho con meses de adelanto, así que ya veremos.