lunes, 6 de enero de 2014
Palabras de un Olé recién llegado
26 Dic 2013 Escrito por Daniel Castro Aniyar Publicado en Rincón del Olé tamaño de la fuente disminuir el tamaño de la fuente aumentar tamaño de la fuente
Esta es una reflexión, sencilla y espontánea, sobre el futuro de la OLEI, desde la humilde perspectiva de olé recién llegado. Son palabras que nacen del agradecimiento de una familia que recibió de la OLEI el trato más cálido y solidario. No hay cortesías, estamos profundamente agradecidos, be emet.
Estas son, pues, palabras que sirven para avanzar.
A simple vista, la OLEI de hoy no es la OLEI de la que hablan los olim que llegaron hace más de una década. Ha habido una rápida desestructuración de la organización.
No debo ni es pertinente debatir sobre la idoneidad de las políticas de sus dirigentes. Ni mucho menos de la Sojnut. Probablemente son las mejores, en serio.
El tema es que el tiempo pasa y me pregunto si nos estamos haciendo las preguntas adecuadas acerca de la organización que me tocará heredar a mi y a las familias que vinieron conmigo.
América Latina y la Península están llenas de judíos. Como nosotros, de un momento a otro, pueden poner su mirada en Israel.
Pero hoy la naturaleza del mercado laboral y la velocidad de las relaciones económicas han cambiado. Ya no llegaremos más a kibbutzim o moshavim, no ayudaremos a servir cottage, pero si ingresaremos al mercado de un país postindustrial. Y este mercado es progresivamente competitivo, tiende hacia la especialización, la profesionalización y la excelencia. Desde el servicio de limpieza hasta el Technion: la tendencia es igual. El éxito de nuestra absorción ya no solo consiste en tener un empleo sino en entender cómo podemos diseñar proyectos de vida en esta tierra. De hecho nosotros también llegamos con mayores competencias y experiencias en contextos, muchas veces, emergentes. Y, como es lógico, el éxito de nuestra absorción también es el éxito de la sociedad israelí como un todo.
Por eso, me atrevo a poner en la mesa las siguientes preguntas:
¿Qué estrategias puede disponer un olé jadash para vincularse a redes profesionales? De hecho, aunque no logre avanzar a la misma velocidad que un nativo, es muy probable que su absorción y contribución sea mejor si se desarrolla en su mismo ambiente profesional. Al fin y al cabo ¿le interesa a Israel tener, por ejemplo, un informático competente en la organización de estantes en un Supermercado?
Dada la complejidad del mercado laboral ¿Bastará con la entrevista de la misrad luego del ulpán para diseñar un proyecto de vida? ¿No sería preferible que el diseño del proyecto de vida se esboce desde el inicio de la absorción? ¿No sería preferible que tuviese acceso a portales, revistas u otros medios de comunicación, a entrevistas, conferencias, todas especializadas? Sin duda el olé aprenderá sobre sus posibilidades en el país mucho más que en el ulpán.
Dado que “una buena absorción” de seguro no es el resultado de un empleo bien remunerado, sino de un trabajo bien recompensado ¿No tendríamos que construir una imaginación de país en el olé, para que mantenga intactos sus estímulos y vea la luz al final del camino?
Soñar es declarar y declarar es construir. Esa es la base de las grandes naciones, entre las que, de manera muy clara, se ha destacado el pueblo judío. ¿No tenemos que ayudarle a soñar?
Este es un país hecho de imaginación e inteligencia. De hecho, esa es la misma historia de la Humanidad: no es la historia del petróleo, la madera o del oro. Por eso, esas son las personas que necesitamos, aquellas cuya imaginación e inteligencia son motivadas.
Daniel Castro Aniyar danielcastroaniyar@gmail.com
Daniel es nacido en Venezuela, llegó a Israel hace tres meses y vive en Askelon
Es sociólogo, antropólogo y Phd en Ciencias Políticas