viernes, 7 de febrero de 2014
Hasta los kurdos se alejan de Estados Unidos
Fuente: Commentary- Traducido por El Med.io
6/2/14
Por Michael Rubin
Sucesivas Administraciones en Washington han dado por descontados a los kurdos iraquíes desde hace mucho, lo cual es una vergüenza, porque, al menos desde el fin de la Guerra Fría, éstos han sido relativamente pro-norteamericanos, al menos si los comparamos con otros en la región.
Por desgracia, si alguien quiere confirmar hasta qué punto se está desplomando la influencia norteamericana, incluso entre los amigos de Estados Unidos, no tiene más que ir al Kurdistán iraquí. La Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), un partido fundado en 1975 como rama más progresista y menos tribal del Partido Democrático del Kurdistán (PDK) del mulá Mustafá Barzani, ha sufrido, en los últimos años, una creciente división en facciones, un fenómeno que empeoró cuando un ictus incapacitante hizo que Yalal Talabani, fundador del partido y presidente iraquí, se viera relegado a un mero papel simbólico como dirigente.
Hay tres principales facciones en el UPK: la de Hiro Ibrahim Ahmed, esposa de Talabani, y las de los antiguos primer ministros del UPK Barham Salih y Kosrat Rasul. Hiro está muy implicada en lo relativo al manejo de los fondos del partido, tanto en sus aspectos transparentes como en los opacos, y ha tratado de promocionar a sus hijos en el seno de la formación. La mayoría de los observadores considera que Barham, de educación occidental y a quien Hiro detesta, es un reformador. Kosrat, cuya salud ha empeorado en los últimos años, es más popular entre los peshmerga, la milicia kurda, pues durante mucho tiempo fue un líder militar de éxito.
El que las tres facciones y sus seguidores hayan sido incapaces de colaborar ha paralizado a la UPK.
Pasé parte de la semana pasada en Sulaymani, Esbil y Kirkuk, en el Kurdistán iraquí. Los kurdos señalaron la importancia del hecho de que no fuera Estados Unidos quien intermediara para que se llegara a un compromiso político, sino más bien Irán, el cual ha hallado -o, como dirían algunos, impuesto- una fórmula según la cual Barham se convertiría en secretario general del partido, con Qubad, segundo hijo de Talabani, como uno de los vicesecretarios y Darbaz, hijo de Kosrat, como otro vicesecretario. A principios de esta semana, mientras Hiro seguía buscando retrasar, al parecer indefinidamente, una nueva conferencia de la UPK, Barham y Kosrat dimitieron de sus puestos en el comité de dirección del partido, con lo que estallaba una nueva crisis. De nuevo, los iraníes acuden al rescate para arreglar la política kurda.
Qué triste resulta que los mejores amigos de Norteamérica en la región consideren que Estados Unidos carece de influencia significativa. Y lo que ocurre en el Kurdistán no se queda en el Kurdistán: casi todos los demás políticos de la región han visto cómo se desarrollaba la crisis y han llegado a la conclusión de que lo que cuenta es lo que manda Irán, no las acciones de Estados Unidos. Y qué triste resulta también que éste sea un legado que los sucesores de Obama deberán afrontar en años venideros.