lunes, 16 de junio de 2014

¿Visita política?


El Papa Francisco en su histórica visita a BelénEl Papa Francisco en su histórica visita a Belén
El 23 de marzo de 1998 el Parlamento de Israel, la Kneset, aprobó la ley que consagraba el 28 de Iyar, como feriado del “Día de Jerusalem”. Se refiere a cuando el 12 de marzo de 1968, durante la Guerra de los Seis Días, Israel liberó la parte oriental de Jerusalem, unificándola como la capital eterna e indivisible del Estado de Israel.
El primer día que se permitió circular a los civiles, la población israelí visitó en masa el lado oriental, y los árabes la parte israelí de la ciudad, quedando estos últimos con la boca abierta al ver la frondosidad de los árboles y fuentes de agua que ellos no tenían en su lado, desde el que sólo se divisaban los últimos pisos de algunos edificios israelíes debido a las colinas circundantes.

Han pasado 47 años desde entonces, y el conflicto entre árabes y judíos sigue vigente. Se han sucedido guerras, atentados criminales contra niños, mujeres y hombres en cualquier parte de Israel, lo que siguen intentando hacer terroristas suicidas y de cualquier otra manera. Desde Gaza, que fuera abandonada por Israel bajo el premier Sharon, diariamente la población israelí sigue sufriendo por el lanzamiento indiscriminado de cohetes, cuyo único objetivo es matar y aterrorizar.

Dentro de todo esto es cuando el nuevo Papa católico ha visitado Tierra Santa. Esta es una denominación vaga que incluye Israel, los territorios palestinos y la Franja de Gaza, y eventualmente Jordania y quizás Líbano y Siria. Llegó como representante de unos un mil doscientos treinta millones de católicos del mundo (1.230.000.000), lejos la mayor cantidad de personas que ningún mandatario político representa. Su visita a Israel, Jordania y los territorios palestinos ha sido religiosa, para visitar los lugares santos para el cristianismo, pero siendo mandatario sobre tantas personas la política está íntimamente relacionada con todo lo que haga el Papa.
En Jordania visitó en el río Jordán la orilla donde se habría bautizado Jesús (el lado de Israel también cuenta con una orilla que reclama lo mismo), y se reunió con el rey Abdullah II. Desde su altura ética pidió por una resolución pacífica de los conflictos en Medio Oriente, esto es entre israelíes y palestinos, sirios e iraquíes, prometiendo la ayuda de la Iglesia en el caso de los refugiados sirios.

En su visita a los territorios palestinos, éstos, con su habilidad de marketing transformaron su presencia en publicidad gratis ante el mundo, al llevarlo a una sección del muro de separación con Israel que estaba tapizado con alegatos políticos en inglés – para que pudiera ser leído por todos -, donde el Papa oró. Y siguieron aprovechando la vitrina para mostrar, incluso cuando visitó el Papa a niños árabes palestinos (en el campo de refugiados Dehaishe ¿Refugiados en Cisjordania?), un salón con fotografías enormes del muro de separación y otros contra los israelíes, mostrándolos como “opresores”.
En Israel el Papa equilibró las cosas rezando frente al Kotel, (el muro de “los lamentos”), y se abrazó con el rabino Skorka y el líder musulmán Abboud. En la Explanada de las Mezquitas (esto es en la plataforma donde estuviera alguna vez el Templo de Jerusalem), recibido por el Gran Mufti musulmán, dio como mensaje que los seguidores de Abraham – es decir, judíos, cristianos y musulmanes – deben “amarse y respetarse”.
Luego visitó el Museo del Holocausto, Yad Vashem (donde dijo “¡Nunca más, Señor!”), y puso flores en la tumba de Herzl y rezó en una lápida dedicada a las víctimas del terrorismo en Israel, lo que constituyó un  importante gesto político.
En el Gran Rabinato de Israel se reunió con los grandes rabinos sefaradí y ashkenazí. También se juntó con el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Bartolomé, con el que visitó el Santo Sepulcro en Jerusalem, y celebró la Eucaristía en el Cenáculo, donde se celebró la Última Cena de Jesús (que ha sido tema de tira y afloja entre Israel y el Vaticano, pues este último quiere que Israel se lo ceda, pero en el edificio está también la tumba del Rey David).
En cuanto al cristianismo, el Papa no quiso referirse a lo que pasa con los cristianos en los territorios palestinos, actitud diplomática obvia, ya que es imposible que desconozca su realidad. Desde los acuerdos de Oslo ha sido una regla no escrita de que “lo que ocurre con los cristianos en Belén se queda en Belén”. Y podríamos agregar que también en otros muchos lugares, como Beit Yala y Beit Zair, de donde vienen casi todos los árabes de Chile (cristianos perseguidos por los musulmanes); y ni que hablar de los cristianos de la Franja de Gaza.

Durante siglos Belén fue una ciudad cristiana, así como en otros lugares la población cristiana era de al menos un 80%. Sin embargo hoy en día todos los sitios cristianos están siendo ocupados por los musulmanes, que hacen la vida imposible a los cristianos con el objetivo de expulsarlos. En Belén actual los cristianos ya son menos del 15% de la población, y su número sigue disminuyendo.
La periodista cristiana Lela Gilbert que vive en Jerusalem, publicó en Fox News el viernes 23 de mayo, antes de la llegada del Papa, un artículo en el que se pregunta: “¿El líder católico deberá oír la verdad sobre la vida de los cristianos palestinos en los territorios administrados por la Autoridad Palestina?”, criticando el silencio de occidente ante la persecución al cristianismo por árabes palestinos musulmanes y laicos. Y ella no menciona siguiera lo que sucede en la Franja de Gaza, bajo el gobierno islámico de Hamas; donde ser cristiano es ser más  discriminado, perseguido, e incluso asesinado que bajo la Autoridad Palestina en Cisjordania. La opinión pública mundial evita referirse siguiera a eso, menos a que muchos árabes palestinos cristianos de Gaza huyen a Israel para poder vivir su religión normalmente.

Pero eso está cambiando lentamente gracias a jóvenes valientes que lo denuncian, como el video de la joven árabe cristiana de Belén Christy Anastas, en el que habla en contra de la falta de libertad de expresión como cristiana, las injusticias y abusos que deben sufrir sus correligionarios, y la violación a mujeres cristianas en Belén. Se atrevió incluso a decir que si ella hubiera sido primer ministro de Israel durante la Segunda Intifada, ella también habría puesto una barrera de seguridad para detener los atentados suicidas, lo que es conmovedor porque su casa familiar esta junto a la valla de seguridad. Tras su denuncia tuvo que pedir asilo político en Gran Bretaña porque la amenazaron de muerte a ella y a su familia si regresaba a su casa.
También un joven de Belén que no ha dado su nombre por temor, contó a la periodista Gilbert como la Iglesia Ortodoxa Griega de San Jorge –Khadar -, cerca de Beit Yala, fue atacada el pasado 6 de mayo por los musulmanes durante sus servicios el día de San Jorge, rompiendo ventanas y atacando con cuchillos a varios fieles que resultaron heridos. Y como la policía tardó en llegar para evitar más daños.
Al igual que lo que ese joven cuenta, ahora que se rompió el silencio abundan los informes de crímenes diarios, abusos sexuales, propiedades confiscadas, cuotas que deben pagar los cristianos a los grupos terroristas como “protección de vida” en los territorios de la Autoridad Palestina y de la Franja de Gaza. Por supuesto que nadie le ha contado al Papa sobre este trato que dan a los cristianos los árabes musulmanes y los gobiernos palestinos. Todo el mundo lo sabe allá, pero nadie puede hablar de eso bajo pena de muerte. Por el contrario, la presencia del Papa ha sido utilizada para ganar puntos de propaganda, mostrando lo maravilloso que es ser cristiano bajo la Autoridad Palestina; porque al menos Hamas ni intenta disimular su persecución contra ellos.

El Papa Francisco tiene a su favor dos cosas: es argentino, lo que significa que viene de un mundo en el que la población ha llegado de todos lados, de manera que es multicultural. Eso supuestamente le hace más fácil comprender las diferencias y cercanías de individuos de culturas diferentes, como son los israelíes y los árabes palestinos. Y la otra cosa a su favor es que es jesuita, lo que significa que tiene una mentalidad más universal que muchos otros dentro de la Iglesia.
El mundo judío ha quedado maravillado por la apertura y cercanía que ha demostrado el Papa Francisco, lo que ha dado una esperanza de ayuda contra la discriminación y el antisemitismo. Sin embargo no se puede obviar que el Papa es únicamente el jefe supremo e infalible del catolicismo mundial, de manera que lo que busca antes que nada es lo que beneficie a su propia grey. Lo que por supuesto incluye la esperanza y ayuda para que el mundo se pacifique y mejore.

Ha invitado a los presidentes de la Autoridad Palestina, Abbas, y de Israel, Shimon Perez, al Vaticano a “orar” por la paz. Por supuesto que esto es un decir, ya que aunque manifestó que no pretende mediar entre ambos, en el fondo será lo que se hablará entre cuatro paredes. El problema es que aunque el protocolo indique que se debe invitar a mandatarios de igual rango, en Israel el Presidente no es igual al Presidente de la Autoridad Palestina.
Shimon Peres, como Presidente, tiene deberes sólo protocolares y formales por ley: abrir la primera sesión de la Kneset, designar a un miembro de ésta para formar un nuevo gobierno (normalmente el jefe del partido más votado en elecciones); aceptar credenciales de diplomáticos, firmar tratados y leyes adoptadas por la Kneset, nominar jueces, a jefes diplomáticos en el extranjero, al gobernador del Banco de Israel (Banco Central); todo bajo la recomendación de organismos pertinentes, no es él quien decide. Indultar y conmutar penas a presos que indique el Ministerio de Justicia, y aparecer formalmente como presidente en actos en general.

En cambio el Primer Ministro es la autoridad ejecutiva del Estado, quien nombra a sus ministros, administra los asuntos internos y externos, incluyendo la seguridad. De manera que es este el cargo que equivale al del presidente de la Autoridad Palestina, y no el del Presidente de Israel. Dicho de manera coloquial, es el Primer Ministro de Israel “el que corta el queque”, no el Presidente. De manera que una reunión en la que represente a Israel Shimon Perez no puede tener el mismo peso que si el que vaya fuese Benyamin Netanyahu, el Primer Ministro. Dicho de otra manera, esa reunión “a orar por la paz” no puede tener el mismo resultado; por lo que podría ser un paso interesante, pero aún no importante. Es otra cosa estar conversando y tomando decisiones de inmediato, que informar y esperar respuestas. Sin contar con que Peres está concluyendo su presidencia.
Aparte de eso, está claro que cuando los gobiernos árabes palestinos están a un paso de consolidar conversaciones de paz con Israel, dan un paso atrás para que no resulten, ya que su verdadero objetivo ha sido, es y será apropiarse de cualquier manera de todo el territorio de Israel. Por algo Abbas hizo un acuerdo con Hamas, que dice sin disimulo que su objetivo es destruir a Israel, justo cuando se suponía que había alguna posibilidad de avanzar en acuerdos con el Estado Judío.
Pero como lo último que se debe perder en la vida es la esperanza, hay que tener confianza en la inteligencia y habilidad del Papa para intentar que las partes concilien lo suficiente como para avanzar. Y por supuesto en la experiencia y habilidad de Peres, que por algo es el patriarca actual de Israel.  Nada se pierde.

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