La apuesta equivocada Por Jose Caro *
Luego de haber visto los informativos y leido acerca de la reunión acaecida en El Cairo, donde gan parte de las naciones occidentales se han comprometido a aportar el dinero de sus paises, de sus economias y de sus propios contribuyentes para reconstruir la Franja de Gaza, esto me ha parecido verdaderamente una temeridad y una falta total de respeto para los miles de millones de individuos, que en el mundo carecen de lo mas básico en infraestructuras, para poder llevar una vida digna y poder ofrecersela a sus familias.
Mas de mil millones de personas en el mundo ganan menos de un dolar diario para vivir, cifra que a todas luces es totalmente insuficiente hasta para poder comer. Otras miles de millones viven en los lugares mas remotos y dispersos del planeta; allí donde no llegan los medios de comunicación y donde la pobreza extrema les ofrece unas condiciones de vida tan lamentables, que solo con la expectativa de vida de esos individuos, ya está la respuesta dada. Y otros tantos centenares o miles de millones mueren por hambrunas, falta de higiene, agua potable, nula educación, etc. Habría que mirar solamente al interior de China, India, Corea del Norte, Vietnam, por solo nombrar a algunos paises harto conocidos.
Y que podemos decir de un continente completo como es el africano, condenado a la muerte completa y silenciosa; allí donde todos los paises del mundo saben que se reunen todas las condiciones para morir antes de nacer, luego del alumbramiento o a edades tan tempranas que nos debería dar vergueza relatar. Ademas de las deficiencias climatológicas y el abandono material, ahora se ha sumado la pandemia del Ebola, -enfermedad que precede al Sida- y que como todo mal pensado, mas allá de las condiciones de miseria extrema, los experimentos de los grandes laboratorios internacionales han colaborado tras desatar a esos demónios experimentales de virus, enfermedades y mutaciones genéticas que se descontrolan y procucen millones y millones de muertos. La ONU solicitó mil millones de dolares para la emergencia, de los cuales solo se recaudaron cien mil.
A esta altura del relato mas de uno se preguntará cual es la relación entre estas desgracias humanas y la reconstrución de Gaza. Muy simple; ni los africanos ni los asiaticos, ni los latinoamericanos han elegido sus condiciones de vida, ni su destino. Todo lo contrario al terrorismo de Hamas, brazo armado de los Hermanos Musulmanes y pertenecientes indirectos de otras organizaciones terroristas islamicas, como ser Hezbolá, la Yihad Islamica, Boko Haram, Al Qaeda y a las reciente e imparctante ISIS o EI, compuesta por hordas asesinas de ignorantes, fracasados y también desposeidos, que levantan las armas en nombre de Alá y de una Yihad que propugna la desaparición lisa y llana de todos los infieles, los islamistas moderados, los cristianos, los demás pueblos que adhieren a diferentes credos y obviamente al pueblo judio y por ende al Estado de Israel. Una sola premisa común los une y alienta: la destrucción de todos los seres humanos, menos ellos por supuesto, que son la nata del islamismo radical y violento que someterá al mundo, destruyendo a Oriente y Occidente, a todas las ideologías y a todos los sectores que no sean parte de ese Califato integrador.
Hamas no merece la mas mínima ayuda internacional. En todo caso la necesitarán los palestinos que allí habitan y lo que se debe construir, son viviendas dignas, hospitales, escuelas, centros de recreación; no lo que ellos ya tienen proyectado, nuevos túneles, armamento mas sofisticado, formación terrorista y dinero para los que se adhieran al movimiento. Para los "otros", es decir para el sufrido pueblo palestino, solo les corresponden las migajas que sobren luego del despilfarro del dinero donado por el "mundo civilizado".
Que los paises de la Liga Arabe o de su entorno quieran donarles dinero, armas y servicios de ayuda y preparación para el terrorismo, es entendible; pero que paises que han sufrido el salvajismo del terror, de atentados y asesinatos, como los europeos, es inconcebible e indigno que además de no condenarlos, encima fomenten y ayuden a rearmarlos.
Quien de todos ellos -Hamas-, o de la Autoridad Palestina -Abu Mazen-, habló de arrepentimiento?, quien mencionó el fin de la violencia?, quienes sostuvieron el final del terrorismo?, que líder palestino habló de torcer el camino y de ayudar verdaderamente a su pueblo?. Nadie. Lamentablemente ninguno ha prometido paz, justicia, buena vecindad, respeto y crecimiento económico; para brindar bienestar, salud y educación a ese pueblo. Como gesto, el presidente palestino afirmó que en los próximos dos años no habrá violencia....
Porque europa adhiere a ese delirio de violencia?, porque latinoamérica se suma a ese disparate de reforzar mas a los violentos?. Para mí, sigue todo siendo inexplicable. Habría que condenar por desidia de todas las Naciones que concurrieron a El Cairo el 12 de Octubre de este año y que se desentendieron del continente africano y de todos los ciudadanos del mundo que necesitan urgente ayuda para no morir, al entregarles mas de cuatro mil millones a estos terroristas para continuar con sus actividades. Es un hecho demencial, vergonzoso y punible penalmente. La Corte Internacional de Justicia debería juzgar a todos los representantes del mundo que han negado dinero y ayuda a una humanidad tan necesitada, para congraciarse con los terroristas.
Cuando comiencen los atentados nuevamente en Londres, Paris, Nueva York, Buenos Aires o Madrid; que harán?, que dirán?. Pareciera que los ciudadanos europeos degollados recientemente por estas ramas terroristas no pesan en sus conciencias. Es mas útil pactar con los asesinos y demonizar al Estado de Israel; eso da mas votos, pero cuando vayan por la Iglesia Católica, por los cristianos, los protestantes, los samaritanos, los comunistas, los derechistas y los simples padres de familia para asesinarlos, entonces allí, solo se darán cuenta de no se puede pactar por dinero siempre con el diablo y sus secuaces.
Para todos los paises que han hecho esta apuesta equivocada, que Dios los perdone.
* Raanana, Israel
JOSE CARO
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