Israel nos muestra un camino hacia el futuro
Escrito por Dr. Guido Maisuls en 18 Mayo 2016. Publicado en Israel
Cuando el Estado de Israel se independizó en 1948, la población era de alrededor 806.000 personas. 68 años más tarde, en el Día de la Independencia (Iom Hatzmaut) 2016, la población alcanza aproximadamente 8.522.000 personas, según los datos de la Oficina Central de Estadísticas.
Siendo Israel uno de los países mas pequeños del mundo con una superficie de unos 27.800 km2., con una presencia climática nada privilegiada, rodeado de acérrimos, implacables y feroces enemigos, con una escasez extraordinaria de recursos naturales y contando con un poco mas de seis décadas de vida independiente se ha convertido en un verdadero buen ejemplo para el mundo, con capacidad de influir a otros países en encontrar un camino superador.
Israel se ha transformado así en “el modelo del presente”, en una gran posibilidad de convertirse en un espejo constructivo para el mundo, con la alta probabilidad de causar una inminente influencia positiva, de ser un potencial modelo alternativo para la mayoría de los países del orbe.
Ante la evidente y destacada presencia de este pequeño gran faro que ilumina desde el medio oriente tenemos la posibilidad de demostrar cuales son los grandes motivos que refuerzan estos serios indicadores de su realidad que demuestran realmente que estamos ante “el país de los buenos ejemplos”:
¿Cómo hizo Israel para transformarse en una próspera y pujante nación orientada a la innovación, al desarrollo y a la creatividad en forma tan veloz?
El fenómeno emprendedor israelí es eminentemente cultural, basado en una mentalidad desestructurada que no funciona en base a los cánones tradicionales invirtiendo siempre en educación, emprendimiento e innovación.
Esto se debió al hecho de haber elegido a la innovación creativa, al enriquecimiento del material humano y a la libre interconexión productiva con la economía global, atrayendo a las inversiones productivas por medio del incentivo de la estabilidad económica y de la flexibilización de las barreras regulatorias.
Se apostó a la creación de verdaderos estímulos para la formación de nuevas empresas, al desarrollo de novedosos centros de investigación, a la creativa capacidad innovadora de las universidades y de las fuerzas armadas y a un ambicioso plan de apertura gradual de la economía hacia el mundo desarrollado.
Hoy, Israel es una economía desarrollada, superavitaria y proyectada hacia escenarios futuros muy prometedores.
Hoy, Israel es un milagro moderno que ofrece esperanza y valiosas lecciones para la humanidad.
Hoy, Israel nos muestra un camino hacia el futuro.
Hoy, Israel es un milagro moderno que ofrece esperanza y valiosas lecciones para la humanidad.
Hoy, Israel nos muestra un camino hacia el futuro.
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