viernes, 23 de diciembre de 2016

El 25 se celebra Janucá, la fiesta de las luces y los milagros
A partir de la víspera del 25 de diciembre del 2016, al finalizar el día de Shabat hasta el domingo 1 de enero del 2017 la comunidad judía de todo el mundo celebra la festividad de Janucá

¿Qué celebramos en Janucá?
En el año 333 a.e.c., el Emperador Alejandro Magno de Grecia conquistó Judea (hoy Israel) a los Persas.
Los judíos lo recibieron como un libertador, sin embargo a su muerte el Imperio se dividió entre sus generales y luego de algunos cambios los Seleucidas gobernaron Judea.
El imperio se extendió desde Turquía hasta Israel, queriendo unificar el reino a través de la religión, obligando a los judíos a aceptar a sus dioses, colocar estatuas en sus templos, prohibiéndoles profesar libremente su fe y prácticas como la circuncisión; casamientos; el estudio y lectura pública de la Torá; la celebración de las festividades y demás.
Dichas políticas conllevaban a que aquel judío que no acataban las órdenes del emperador griego era condenado a la muerte junto a su familia. Es así que muchos judíos se asimilaron aceptando las imposiciones de los griegos, en parte a la fuerza y en otras ocasiones tentados por todo lo nuevo que traía esta cultura.
Sin embargo hubieron muchos judíos que se negaron a aceptar al enemigo conquistador y optaron por salir a luchar aún a sabiendas que se enfrentaban al imperio más poderoso de la época y que las chances de vencer eran mínimas. A la cabeza de los rebeldes se encontraba Matitiahu y sus hijos, uno de los cuales fue Yehuda, también llamado Macabi, que significa Mi Camoja Baelohim Adonai: Quién Te iguala oh Señor.
La familia de Matitiahu vivía en la aldea de Modiin, cerca de Jerusalem. Una vez se acercó a la aldea un grupo de soldados con la orden de colocar una estatua del emperador Antíoco Epifanes y obligar al pueblo a arrodillarse frente a dicha estatua. Todos se negaron hasta que uno aceptó.
Al acercarse este hombre a la estatua para arrodillarse, Matitiahu lo apuñaló y junto a sus hijos mataron a los soldados griegos, dando inicio a la revuelta.
En el año 163 a.e.c., Jerusalem fue liberada de manos de los griegos; ingresaron al Templo, el cual había sido profanado e impurificado, con el fin de volver a purificarlo y al entrar encontraron un cacharro con el sello del Sumo Sacerdote el cual contenía aceite puro para poder encender la Menorah (candelabro de 7 brazos) el cual solo alcanzaría para un solo día, hasta que podía procesar un nuevo aceite.
De todas formas encendieron el candelabro y esa lámpara con aceite en lugar de durar un solo día duro ocho. En recuerdo al milagro del aceite y al triunfo de los Macabeos festejamos Janucá.
¿Qué significa la palabra Janucá?
1) “Inauguración”, puesto que el Templo fue purificado y reinaugurado su servicio luego de su profanación.
2) La palabra hebrea Janucá la podemos dividir en dos: Janu/ ca. “Janu” quiere decir descansaron y “ca”, es 25 ya que en el hebrea las letras tienen un valor numérico y “ca” vale 25.
Enseñándonos que el día 25 de Kislev (mes del calendario hebreo) el pueblo de Israel descansó del asedio griego.
¿Cómo festejamos Janucá?
Costumbres y tradiciones
• Todas las noches, a partir del 25 de Kislev encendemos la Janukiá (candelabro de 8 brazos + un noveno) al anochecer en nuestros hogares. El primer día se enciende una vela, el segunda dos y así hasta llegar al octavo día.
• Las velas se colocan de derecha a izquierda y se encienden de izquierda a derecha siempre comenzando por la del día.
• El encendido se hace con la vela novena o servidora llamada “Shamash”.
• Las velas una vez encendida deben durar mínimamente media hora y durante ese tiempo no podemos hacer ninguna labor, sino observar su luz o jugar al Sevivon (perinola)
• Debe estar toda la familia presente en el encendido de las velas.
• Las mujeres son las que cumplen con el precepto del encendido de las velas de janucá, ya que ellas también fueron parte del milagro.
• En un hogar se pueden encender más de una janukiá y aún los niños pueden encender la suya propia.
• La misma se coloca en la entrada de la casa o en una ventana que dé al exterior ya que debemos promulgar el milagro de janucá hacia afuera.
• Lo ideal es encender las luminarias con aceite de oliva o si no con velas.
• Tenemos tiempo durante toda la noche para encender las velas, pero debemos hacerlo preferentemente lo antes posible para no olvidarnos de su encendido.
• Se acostumbra a dar regalos a los niños o entregar dinero.
• Se juega a la perinola (Sevivon) que lleva cuatro letras: N (nes) G (gadol) H (haia) Sh (sham), que quiere decir: Un gran milagro ocurrió allí.
• Se comen comidas a base de frituras como ser las “Sufganiot” (bolas de masa rellenas con crema o dulce)
Por ende Janucá es en letras mayores la fiesta de los “milagros” donde la luz triunfa sobre la oscuridad; en los que los débiles triunfan sobre los fuertes, teniendo fe en D-s. y en la cual debemos fortalecer nuestra identidad judía contra aquellos que se niegan a que vivamos libremente como judíos.
Jag Hurim Sameaj!!!

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