miércoles, 4 de enero de 2017

No son los asentamientos, idiota
JAI – Por Rick Richman - Inmediatamente después que la ONU votó la resolución de la semana pasada para vilipendiar a Israel, Ben Rhodes, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca sostuvo una conferencia telefónica para argumentar que la administración Obama actuó motivada por sus “graves preocupaciones” al “continuo ritmo” de actividades en lo referente al tema de los asentamientos israelíes.RADIO JAI


Éste afirmó que la administración no podía irse “con buena conciencia” vetando la resolución. Así es como Rhodes cuantificó las “graves preocupaciones” de la administración:

“Desde el 2009, el número de colonos israelíes en Cisjordania ha aumentado desde más de 100.000 a casi 400.000. Existen ahora casi 900.000 – perdón, 90.000 colonos viviendo al este de la barrera de separación creada por el propio Israel. Y la población de estos asentamientos distantes ha crecido en 20.000 colonos desde el año 2009”.

La cifra de 100.000 suena significativa hasta que uno se da cuenta que el 80% de ella ha estado en los bloques de asentamientos que “todos entienden” Israel mantendrá en cualquier acuerdo de paz concebible. El incremento de 20.000 personas al este de la barrera de separación, establecida para detener la ola de asesinatos masivos por parte de los palestinos contra israelíes, se traduce en menos del 1% de la población de los territorios en disputa, durante un período de ocho años.

Es ridículo argumentar que los asentamientos son un “obstáculo para la paz”, porque estos no fueron un obstáculo para ofrecerle a los palestinos un estado en tres ocasiones distintas: (a) en julio del 2000 en Camp David; (B) bajo los Parámetros Clinton seis meses después; y (c) en el ofrecimiento de Olmert al final del Proceso de Annapolis de un año en el 2008. Todas estas veces, los palestinos rechazaron un estado en sustancialmente toda la Ribera Occidental y Gaza con una capital en Jerusalén. Desde entonces, tal como lo demuestran las cifras de Rhodes la gran mayoría de actividades de los asentamientos israelíes ha sido dentro de los bloques de asentamientos que nadie puede esperar realistamente que Israel desmantele.

Durante la administración Bush, los Estados Unidos e Israel acordaron una fórmula para los asentamientos, precisamente para que no pudieran convertirse en un obstáculo para la paz. Ellos aceptaron aplicar un “Google Test”: la construcción podría continuar dentro de los límites de los asentamientos existentes, pero no fuera de ellos, de modo que la construcción no afectaría la cantidad de tierra disponible para un estado palestino, que era más del 90 por ciento de los disputados Territorios (antes de considerar un intercambio de tierras). Fue la administración Obama la que renegó de ese acuerdo en 2009 e hizo un tema de algo que ya había sido resuelto.

En cualquier caso, Israel declaró un congelamiento de diez meses para nueva construcción en Cisjordania en 2009-2010 – una acción considerada “sin precedentes” tanto por la secretaria de Estado (Hillary Clinton) como por el enviado de Oriente Medio de la administración George Mitchell. No resultó para los palestinos. E incluso después que el gobierno de Obama renegó las garantías a Israel en la carta de Bush de 2004, e incluso después que la congelación de diez meses no produjo nada, Israel siguió observando el Google Test en la gran mayoría de su construcción, la cifra de 20.000 personas en ocho años lo demuestra.

El verdadero obstáculo, como señaló Michael Mandelbaum en su importante ensayo en el número de mayo de 2016 de COMMENTARY titulado “El proceso de paz es un obstáculo para la paz”, es la negativa palestina a aceptar un Estado judío dentro de cualquier frontera y mucho menos defendibles. Hasta que los palestinos aprueben “dos estados para dos pueblos” – algo que los palestinos aún no han hecho – el proceso quedará atascado en cuestiones secundarias como los asentamientos. Hasta que los palestinos declaren que el Estado palestino es una solución de fin de reclamos, y no simplemente un paso más en la persecución de un especioso “derecho de retorno”, los palestinos ni siquiera han puesto la paz sobre la mesa”.

Ha habido mucha especulación sobre los motivos de la administración de Obama para abandonar a Israel en la ONU y para orquestar el apoyo a la resolución, entre bastidores. Hay tres cosas, sin embargo, que sí sabemos: la administración no actuó por “conciencia”, sus “preocupaciones” no son graves; e implican un obstáculo que la administración creó para sí misma.

Fuente: Hatzad Hasheni

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