LA CONSTANTE DESHUMANIZACIÓN
Primero te indigna, te espanta, te horroriza.
¿Terroristas que asesinan a inocentes por mandato de su religión?
Luego te vuelve a indignar y te espanta, pero ya no te horroriza.
Y finalmente sólo te indigna.
Después se torna curiosidad, y necesidad de mantenerse informado.
Y sin darte cuenta, comienza el proceso de insensibilidad…
Se mantiene una conciencia “borrosa” acerca de los atentados, que continúan y se multiplican en distintas ciudades del mundo.
Pero los problemas y los acontecimientos diarios, los desplazan lentamente de la conciencia.
Además, entre tanta gente en el mundo, ¿justo a mí puede ocurrirme algo?
Pero, entonces, ya has comenzado el proceso de negación.
Y ahora sólo queda algún tipo de necesidad, vaga, de mantenerse informado.
¡Tampoco uno puede vivir desconectado del mundo!
Y, por último, la justificación llega, silenciosa, y se apodera de todo:
¿Qué puedo hacer yo? ¡Si los gobiernos no logran detener el terrorismo!
Ahora, libre de toda responsabilidad, ya puedes regresar a tus asuntos personales y vivir tranquilo…
Pregunto:
¿En esto nos hemos convertido?
O en palabras de Primo Levi: ¿esto es un hombre?
Mucha vergüenza, pero esta vez no se trata de vergüenza ajena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.