Una de las condenas más fuertes de Israel contra Donald Trump no fue sobre el proceso de paz. No tuvo que ver con la promesa rota de Trump de trasladar la embajada de Estados Unidos, ni a su fuga de información de inteligencia israelí.
Tuvo que ver con el cambio climático.
Después de que el presidente Trump anunciara la retirada de los acuerdos de París, el acuerdo de 2015 para luchar contra el calentamiento global, el ministro israelí de Energía, Yuval Steinitz, se unió al coro de líderes internacionales criticando su decisión.
“Aunque haya una probabilidad del 50 por ciento de que el cambio climático y el calentamiento global sean causados por la actividad humana, es nuestro deber actuar para minimizar los riesgos”, Steinitz publicó en Facebook el jueves, el mismo día que el anuncio de Trump. “Los acuerdos de París fueron una rara ocasión en la que el mundo se unió -a excepción de Siria y Nicaragua- para cuidar el bienestar y la salud de las generaciones futuras”.
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