Es muy preocupante que cargos electos del PSOE como Ana Sánchez
desprecien resoluciones judiciales de tribunales españoles y apliquen el tamiz de su sectarismo a la lucha contra la discriminación, prefiriendo alinearse con rabiosos antisemitas.
Sánchez,
Secretaria de Organización del PSOE en Castilla y León considera admirable que ayuntamientos, pequeños o grandes, usen los recursos de los ciudadanos para alinearse con un movimiento antisemita y filoyihadista internacional. Y también estima censurable que una asociación privada, como ACOM, recurra a los tribunales para defenderse del acoso.
Sánchez evita mencionar que 22 instituciones han visto anuladas o suspendidas judicialmente sus mociones de apoyo al boicot, o han revocado voluntariamente sus acuerdos tras conocer por parte de la Justica su flagrante carácter discriminatorio y anticonstitucional.
Ana Sánchez, en una maniobra impropia de alguien que representa a un partido Constitucionalista, obvia que hasta los Tribunales Superiores de Justicia están rechazando de pleno el boicot a Israel.La pregunta es qué hacen pequeños ayuntamientos metiéndose en asuntos internacionales sin información, conocimiento ni competencias: ¿malversar? Y esos otros pequeños ayuntamientos como Gijón o Santiago, sin recursos ellos, ¿prevaricaban?
Si la posición del PSOE en el conflicto árabe-israelí es la de
dos Estados para dos pueblos, ¿por qué no desautoriza el alineamiento de Ana Sánchez con posturas que promueven la destrucción del estado judío (
ni siquiera reconocen a Israel como estado ni su derecho mismo a existir), la limpieza étnica antisemita y la
glorificación del terrorismo yihadista.
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