martes, 2 de enero de 2018

REGRESAR A CASA
La única paz auténtica, genuina e indiscutible, es la paz interior.
Desde ella me dirijo a mi prójimo.
Desde ella ejerzo, a rajatabla, mi tolerancia con el diferente.
Desde ella observo al mundo que me rodea con absoluta humanidad.
Desde ella estudio textos Sabios.
Desde ella me vinculo con los Cielos.
Desde ella sueño y ruego, elevo mi plegaria y amo.
Por eso, lo primordial, lo esencial y lo urgente, es dejar de ocuparnos de lo externo, y retornar a nosotros.
Sin excusas, sin evasivas ni pretextos.
Sí, es el camino más severo y el más dificultoso.
Pero es el único, también, que tiene un objetivo claro, una meta sublime, y un éxito asegurado.
Desde uno, hacia el Mundo.
Como a ti mismo… ama a tu prójimo.
Todo lo demás es confusión, caos y desolación.
La paz interior: la única auténtica, genuina, e insoslayable.

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