lunes, 4 de febrero de 2019

Tratamiento para la obesidad y enfermedad del hígado graso se hace probable.

enfermedad del hígado graso
Créditos de las imagenes: Public.
El profesor Amiram Goldblum ha publicado el descubrimiento de 27 nuevas moléculas con un potencial terapéutico significativo.
Goldblum y su equipo en el Instituto de Investigación de Drogas de la Universidad Hebrea de Jerusalem descubrieron 27 nuevas moléculas. Todas estas moléculas activan una proteína especial llamada PPAR-delta. La misma tiene el potencial de tratar la enfermedad del hígado graso, la obesidad, la nefrotoxicidad diabética y curar heridas.
La noticia de estos hallazgos se publicó en Scientific Reports, (revista de Nature).
El descubrimiento fue posible gracias a un nuevo algoritmo que el equipo de Goldblum desarrolló. Este algoritmo examinó una base de datos de 1,56 millones de moléculas y seleccionó 27 con un gran potencial terapéutico. Esto fue corroborado por biólogos del Instituto Novartis Genómico (GNF) en San Diego.
A la fecha, estas nuevas moléculas se están sometiendo a evaluaciones farmacéuticas para tratar dos condiciones de salud principales. La primera es la enfermedad del hígado graso, también conocida como NASH (SteatoHeptatis sin alcohol).
Esta enfermedad actualmente no tiene cura y es una de las principales causas de cáncer de hígado en el mundo occidental.
El segundo es la obesidad. La activación de PPAR-delta tiene el potencial de aumentar la resistencia física al hacer que las células musculares quemen más grasa. Se espera que las evaluaciones futuras incluyan tratamientos de prueba para mejorar la cicatrización de heridas y para prevenir la toxicidad renal en los diabéticos.

Enfermedad del hígado graso, cauto optimismo.

El profesor Goldblum es cautelosamente optimista sobre estos hallazgos.
Con un grupo tan grande de moléculas altamente activas, existe una alta probabilidad de encontrar tratamientos para varias enfermedades comunes. Sin embargo, debemos esperar hasta que todos los experimentos estén listos. Hasta entonces no debemos alentar falsas esperanzas“, dijo.
De momento, existe un gran interés farmacéutico en las nuevas moléculas de Goldblum. Se estima que 21 de los 27 tienen potencial para llegar a convertirse en farmacos. Especialmente como una posible cura para la enfermedad del hígado graso. Además, el Instituto Heller de Investigación Médica de Israel actualmente está probando las propiedades de resistencia física de PPAR-delta en ratones. Goldblum predice que, dentro de unos años, esperamos ver varias de estas moléculas en estudios clínicos en humanos.

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