sábado, 25 de mayo de 2019

Para comprender el significado de la labor humanitaria realizada por “Salvar el Corazón de un niño”, basta con mirar a la pequeña Fatma, de tan solo un año, de Zanzíbar, y pensar que si no hubiese sido operada en el Centro Médico Wolfson en la ciudad israelí de Holon, probablemente no estaría hoy aquí. No menos singular es saber que su propia madre, Balkis, que la trajo a este viaje abrigando la esperanza que la salven, fue ella misma atendida en este programa, 20 años atrás.

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