domingo, 2 de febrero de 2020


Escucha El Río Correr**

Si prestas atención oirás repetir nuestros nombres y alguna historia
de nosotros contará. Por cada piedra  por cada rama  por cada tronco,
que deberá esquivar, será el sonido de la  voz del río que de nosotros 
se acordará
El sauce bañado por las aguas nosotros sentados en la orilla mucho
tendrá para contar. Nuestro primer beso, nuestras manos buscando la alegría, nuestros ojos con el brillo del deseo, nuestras bocas que nos
impedía hablar, nuestro temblor  de jóvenes e inexpertos en el dulce
juego del amor. Cuantas cosas tendrá para contar.
¡Escucha al río cantar mira como corre con alegría buscando la salida
al mar!
Y en su trayecto repetirá nuestros nombres porque fuimos enamorados
por las dulces aguas del río. Y mientras el río corra así correrá nuestro
amor; hasta el mar, hasta la inmortalidad.
Pongamos nuestras manos en el agua y verás como nos acaricia al pasar;


Si prestas atención oirás repetir nuestros nombres y alguna historia
de nosotros contará. Por cada piedra  por cada rama  por cada tronco,
que deberá esquivar, será el sonido de la  voz del río que de nosotros 
se acordará
El sauce bañado por las aguas nosotros sentados en la orilla mucho
tendrá para contar. Nuestro primer beso, nuestras manos buscando la alegría, nuestros ojos con el brillo del deseo, nuestras bocas que nos
impedía hablar, nuestro temblor  de jóvenes e inexpertos en el dulce
juego del amor. Cuantas cosas tendrá para contar.
¡Escucha al río cantar mira como corre con alegría buscando la salida
al mar!
Y en su trayecto repetirá nuestros nombres porque fuimos enamorados
por las dulces aguas del río. Y mientras el río corra así correrá nuestro
amor; hasta el mar, hasta la inmortalidad.
Pongamos nuestras manos en el agua y verás como nos acaricia al pasar;
con fuerza viene de la montaña y antes de llegar al mar su música nos
acunará cantando nuestra canción: nuestra canción de amor
Escucha al río correr él trae nuestra música que nos enamoró a los dos y
así como el río no se detiene así nuestros corazones viajan con él.
Por siempre jamás el río correrá por siempre jamás vivirá nuestro amor.
¡Ni piedra ni rama ni tronco nada lo podrá detener!
Mario Beer-Sheva

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