miércoles, 12 de agosto de 2020

Un grupo de colonos judíos fundó el 12 de agosto de 1900 en la colonia Novibuco (Colonia Lucienville) la primera sociedad agrícola israelita, con el propósito de ensayar distintos cultivos y adquirir a precios económicos los artículos que fueran necesarios para el trabajo de la tierra. Después llamada Cooperativa Lucienville de Basavilbaso, fue la primera cooperativa agrícola del país.
“El 12 de agosto de 1900, un grupo de 15 colonos de la aldea Novibuco de la colonia Lucienville junto al maestro de la escuela y al administrador de la Jewish Colonization Asociation (J.C.A.), fundaron la primera Sociedad Agrícola Israelita, sentando las bases del cooperativismo agrario entrerriano y argentino. La entidad se sustentaba en los principios de unión y solidaridad y respondía a la necesidad de organización de los socios, quienes aportaron un peso, reuniendo un capital de diecisiete pesos en total. Hasta ese momento la población de la colonia no había sentido la necesidad de organizarse para defender sus intereses económicos por cuanto la labor agrícola no era para ese entonces de proporciones significativas. Esta situación se vio modificada ante el arribo de los colonos llegados a fines del siglo XIX, inmigrantes de distintos países de Europa. Ellos veían con gran preocupación las grandes distancias despobladas en derredor suyo, como también la falta de comercio organizado y mercado para la producción, lo que provocaba la paralización de cualquier iniciativa de parte de los agricultores y un estado de ánimo lleno de pesimismo.
Por otra parte, las condiciones contractuales a las que estaban sujetos estos colonos eran rigurosas y demandaban grandes sacrificios, sus resultados no siempre eran satisfactorios para cumplir con los compromisos contraídos. Ante esta situación se concreta en 1907 la creación de la institución denominada Cooperativa Agrícola Lucienville Limitada. El nombre Lucienville dado a la colonia y adoptado por la institución en el año 1926, se tomó en homenaje al hijo del Barón Hirsch, Lucién que falleció a temprana edad, en el año 1887 (…)
“El acta fundacional establecía que los socios podían ser ‘ordinarios’ y ‘extraordinarios’: los primeros eran los colonos y los empleados de la J.C .A., y los segundos aquellas personas que sin ser colonos se interesaban en temas agrícolas o pudieran resultar útiles a la entidad.
“Los principios que sostenían eran: la adhesión libre y voluntaria, la gestión democrática por parte de los asociados, la participación económica de los socios, la autonomía e independencia, educación, formación e información.
“En la práctica la Cooperativa se encargaba del acopio de semilla, su industrialización y comercialización, sin dejar de lado, como se ha visto, obras de carácter social.”
Fuente: Archivo Entre Rios

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