Un día como hoy, en 1977, nos dejó Viktor Frankl, el neurólogo y psiquiatra austríaco, que se salvó del Holocausto, y fundó la Logoterapia.
El Dr. Viktor Emil Frankl, conocido como Viktor Frankl, nació en Viena (Austria) el 26 de marzo de 1905.
Graduado en la Universidad de Viena,se vio afectado por las leyes raciales nazis, las cuales lo desterraron de su profesión, a pesar de sus destacados logros académicos.
Sobreviviente de cuatro campos de concentración nazis, entre ellos, Auschwitz y Dachau, desde 1942 hasta su liberación en Türkheim el 27 de abril de 1945.
Su familia no tuvo la misma suerte: su padre murió de hambre y neumonía en Terezin, su madre fue asesinada en Auschwitz, y su mujer, Tilly, con la que llevaba unos meses de matrimonio, murió en Bergen Belsen el día de su liberación.
Al enterarse de la muerte de toda su familia y casi todos sus colegas en el Holocausto, pasó un duro período de depresión después del cual escribió el libro “El Hombre en Busca de Sentido”, donde relata la difícil experiencia, y como lograr descubrir un sentido en la vida, incluso en situaciones como esa.
Con este libro, Frankl dejó lecciones de esperanza y resiliencia que marcaron a generaciones enteras.
Según Frsnkl, la vida por sí misma posee un significado, y las personas tienen la capacidad de descubrir un sentido que resulta único e irrepetible, independientemente de las circunstancias en que nos encontremos; esta búsqueda de significado constituye la principal motivación vital.
Además, siempre tenemos un cierto grado de libertad, puesto que podemos decidir al menos qué actitud adoptamos ante la adversidad.
Su libro ha tenido tanto éxito, que ha sido considerado uno de los diez más influyentes de todo Estados Unidos.
Frankl era amante de las alturas, por lo que dedicó una parte importante de su vida al alpinismo y posteriormente se convirtió en piloto.
También tenía un gran sentido del humor, y lo utilizó, no solo dentro de la terapia, sino también en su vida personal.
Este hecho, junto al amor que profesó hacia su segunda esposa, Elly Frankl, le salvó la vida, tal y como declaró en más de una ocasión.
Sin embargo, su obra es mucho más extensa y comprende artículos, libros y ponencias; en ella plasmó de manera exhaustiva su conocida Tercera Escuela Vienesa de Psicoterapia.
Fue un ser humano como cualquier otro, pero su pasión por vivir y su legado aún después de su muerte han impactado e inspirado miles de vidas.
Vidas que han logrado dar un giro a su existencia gracias a la Logoterapia y Análisis existencia.
F: Miguel Cuartero y Museo Judio de Chile.
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