Qué tan precisa es la serie de Peacock 'El tatuador de Auschwitz'?
Apoyándose en el testimonio, la serie intenta corregir algunos de los elementos que causaron controversia en el libro de Heather Morris.
Al final del primer episodio de "El tatuador de Auschwitz", una nueva serie limitada de Peacock basada en el libro del mismo nombre, Lali, un prisionero judío, se ve obligado a tatuar a la prisionera Gita Furman.
Los dos se enamoran al instante.
Este giro oscuro en el encuentro, es un momento crucial en la serie inspirado en la historia real de dos sobrevivientes judíos eslovacos de Auschwitz-Birkenau: Lali, interpretada por Jonah Haur-King, y Gita, interpretada por Anna Próchniak.
Es el núcleo poético de la historia.
- Pero lo que más me interesaba era la escena del tatuaje, un momento de luz brillante en un infierno oscuro, porque estaba esperando a ver si el número tatuado sería: "34902" o "4562".
- En el libro más vendido internacionalmente de 2018, escrito por Heather Morris, el número aparece el "34902".
- Sin embargo, según el hijo de Gita y Lali, Gary Sokolov, y el Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau, el número real era "4562".
Morris es una neozelandesa que vive en Melbourne y entrevistó a Lali Sokolov (de soltera Eisenberg) durante tres años, antes de su muerte en 2006.
- Es solo uno de varios detalles básicos, como la ortografía del nombre de Lali, en la cual Morris se equivocó y causó revuelo en 2018.
- La autora aclaró a The New York Times que la novela nunca tuvo la intención de ser no ser real, a pesar de que una nota del editor en una edición temprana decía:
- "Se han hecho todos los intentos razonables para verificar los hechos con la documentación disponible".
En 2007, Morris incluyó algunas de las mismas inexactitudes en un obituario de Lali en The Guardian.
- El Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau siguió con una extensa verificación de hechos, afirmando que "el libro contiene numerosos errores e información inconsistente con los hechos, así como exageraciones, malas interpretaciones y subestimaciones", concluyendo que "El tatuador de Auschwitz" no puede ser recomendado como una posición valiosa para aquellos que desean comprender la historia en el campo".
Sin embargo, el informe desalentador no afectó las ventas. En 2019, el libro había sido traducido a 47 idiomas, alimentando a un público hambriento de novelas inspiradoras ambientadas en el campo de concentración más famoso.
- Los libros y las películas que convierten la tragedia en entretenimiento pueden no cumplir con los estándares de los historiadores.
- Sin embargo, en un momento en que el conocimiento de los horrores de los campos ha ido disminuyendo, se han transformado para muchos en la principal forma de exposición al Holocausto.
Claire Mundell, productora ejecutiva de la serie, dice que espera que el interés en la historia real de Lali y Gita pueda estimular la educación sobre el Holocausto.
- "Espero que la experiencia de ver el programa motive a una amplia audiencia a ir y aprender más", me dijo la productora escocesa a través de Zoom.
Mundell adquirió los derechos del libro en 2018, y se reunió con el Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau.
- "Nos comprometimos con ellos a trabajar en esos comentarios y abordar todo lo que pudiéramos", dijo.
Mundell se asoció con la directora israelí Tali Shalom-Ezer, cuyo abuelo sobrevivió a Auschwitz.
Morris se incorporó como consultora.
- El principio rector era centrarse en lo que el propio Lali había dicho.
- "Le creemos al sobreviviente", me dijo Mundell.
Usaron el número de prisionero correcto para Gita ("4562"), pero otras decisiones no fueron tan simples.
El testimonio de casi 3 horas que Lali dio a la Fundación Shoah de la USC en 1996, deja claro que él es la fuente de muchas de las afirmaciones de las que duda el Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau.
Es Lali quien dijo que las prisioneras pasaban pólvora de contrabando bajo sus uñas a los saboteadores, y tambien fue él quien describió los partidos de fútbol entre los hombres nazis de las SS y los prisioneros.
- En el libro, Lali visita una cámara de gas. "Apuesto a que eres el único judío que alguna vez entró en un horno y luego volvió a salir de él", le dijo su jefe de las SS, Stefan Baretzki.
- El investigador del museo sugirió que la escritora Morris tomó prestada esta escena de las películas de Hollywood.
- Pero Lali contó la historia con certeza en su testimonio: "Solo hubo un tipo en el horno y salió del crematorio vivo, y ese fui yo".
El anciano sobreviviente suena lúcido, pero también olvida nombres y recuerda mal el año en que nació su hijo.
Pero es por algo que la historia de Lali constituye una historia fuera de lo común.
- "Lo que puedo decir", le dijo al entrevistador, "nadie mas puede decirlo". Luego explica que el "era cercano a los altos mandos de las SS".
Las prisioneras que clasificaban la ropa de las prisioneras nuevas le daban a Lali el dinero, el oro y los diamantes que encontraban.
Los intercambiaba con los trabajadores polacos por productos del mercado negro buscados tanto por los prisioneros como por los guardias nazis.
Lali les dio a los hombres de las SS artículos de lujo como abrigos de piel y artículos de primera necesidad difíciles de encontrar durante la guerra, como un suministro constante de gasolina para sus motocicletas.
- "Me ayudaron un poco", explicó Lali, "yo les daba algo".
Fueron estos pequeños favores los que mantuvieron vivos a Lali y Gita.
- Fundamental para su supervivencia fue el hombre de las SS Baretzki, de quien Lali dijo que mataba de 20 a 30 prisioneros al día, pero a quien consideraba un "amigo".
El libro de Morris no cuestiona los recuerdos de Lali y minimiza las cuestiones morales sobre la amistad con los hombres de las SS.
Mundell aborda estas cuestiones.
Cualquier adaptación de un libro a la televisión significa que las historias se condensan para encajar entre las pausas comerciales, y los individuos se combinan en personajes compuestos, pero Mundell agrega escenas de un Lali mayor, interpretado por Harvey Keitel, contándole su historia a Morris.
Keitel adopta magistralmente los gestos y el patrón de habla de un Lali mayor, trayendo la historia a la era actual.
Estas soleadas escenas australianas rompen la oscura penumbra de Auschwitz-Birkenau, que puede ser difícil de ver con sus mini-retratos de víctimas anónimas de la violencia masiva de los nazis.
- "Quisimos crear un enfoque narrativo que honrara la naturaleza de la memoria y el trauma", explicó Mundell.
A Lali le persiguen las visiones de su jefe de las SS y amigo Baretzki, en lo que es un recordatorio constante de la crueldad de Auschwitz y de las difíciles decisiones que Lali se vio obligado a tomar, aunque a veces esos dilemas morales se sienten todavía subestimados.
- Morris, trabajadora social de formación, escucha pacientemente y consuela a su nuevo amigo.
Si bien Lali promete en el primer episodio que "esta es una historia de amor", lo que se desarrolla a lo largo de seis episodios es algo más oscuro y complejo.
La relación de Lali y Gita es el centro de la serie.
Impulsa su lucha por la supervivencia, pero la amistad desigual de Lali y Baretzki se examina más a fondo en la serie que en el libro.
Crea una historia más compleja, una que desafía el "felices para siempre" que uno espera.
Sin embargo, quizás lo fundamental, es que la serie ya ha ganado el sello de aprobación judío más importante de todos: la cinta termina con una nueva canción interpretada por Barbara Streisand.
Andrew Silverstein
Editado y traducido por Lilian Rotter para Amando Nuestra Cultura Judia.
The Forward.
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