Lo ideal hubiese sido tener esta historia unos dias antes, pero nada en el judaismo es casualidad sino Causalidad. Tal vez, la retengas en tu memoria para el proximo Rosh Hashana...
Hace años, Berel Gartner compartió a la BBC una de las historias más notables jamás contadas.
Cuando Berel Gartner tenía 12 años, antes de la Segunda Guerra Mundial, fue uno de los niños que salieron de Alemania en el kinder-transport.
Llegó a Inglaterra y fue llevado a un orfanato.
Pasaba la mayor parte de sus días llorando y preguntando a sus cuidadores cuándo volvería a ver a sus padres.
Por mucho que trataban de hacerlo feliz, no podían consolarlo.
Un día, los cuidadores de Berel descubrieron que el rey Jorge VI pasaría por su aldea, como lo hacia a menudo durante los primeros años de su reinado.
Cuando le dijeron a Berel que iban a ver pasar al rey ese día, fue la primera vez en semanas que el chico dejó de llorar.
Berel tenía un plan secreto.
Junto a los otros niños judíos, Berel fue llevado a la plaza de la ciudad y se pararon detrás de una barricada esperando que el rey pasara.
Cuando el coche real se acercaba, Berel saltó la barricada y corrió con todas sus fuerzas hacia el coche del rey.
Tan pronto como los guardias reales lo vieron, lo agarraron y lo llevaron de vuelta a la barricada.
El rey preguntó a sus guardias qué estaba pasando. Entonces le contaron que el niño corría hacia su auto, y el rey invitó a Berel a acercarse.
El monarca le preguntó:
- "¿Por qué corriste hacia el auto? ¿Hay algo que te gustaría decirme?
“Berel se derrumbó llorando y le contó al rey cuanto extrañaba a sus padres que todavía estaban en Alemania.
- Después se secó las lágrimas y dijo: "Por favor. Ayúdeme a traer a mis padres aquí."
El rey Jorge le respondió:
- "Cuando yo era niño, estuvimos en guerra con Alemania. Para mi es imposible hacer eso.”
- "¡Pero usted es el Rey de Inglaterra!", gritó Berel. "¡Puede hacer cualquier cosa! Por favor, traiga a mis padres. "
El rey miró al niño con compasión y dijo:
- "Por favor, no llores. Prometo que haré lo que pueda para tratar de lograrlo. "
El niño le dio al rey los nombres de sus progenitores y le dio las gracias.
Un mes después, llamaron a la puerta del orfanato.
- Eran los padres de Berel!
De alguna manera, habían sido sacados de Alemania y traídos a reunirse con su hijo.
Nuestros sabios nos enseñan que en los días previos a Rosh Hashaná, el Todopoderoso deja su palacio y viaja a través de aldeas y campos para estar más cerca de Sus súbditos.
- Esta es nuestra oportunidad de “saltar la barricada y acercarnos al rey”.
- Este es el momento en que podemos derramar nuestros corazones y pedirle cualquier cosa.
- En el próximo Rosh Hashaná, aprovecha este momento especial para vivir la cercanía del Todopoderoso.
Aclara las metas que deseas profundamente alcanzar en este nuevo año que se inicia, e implora a Dios que te inunde con grandes bendiciones y gozo.
Por: Rabino Ysroel Bernath
Traducido por Lilian Rotter para Amando Nuestra Cultura Judia
F: JewsGoodNews
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