De Il Foglio

 "ISRAEL ES EL PUEBLO QUE QUIERE VIVIR Y NO PUEDE SER DESTRUIDO," HABLA MICHEL ONFRAY

 "Aquí se mide lo que podemos hacer al hombre. He sentido físicamente que en Israel está sucediendo algo esencial que se trata del futuro de nuestra civilización," dice el filósofo, que acaba de visitar los lugares del pogrom del 7 de octubre.

traducida por Marcela Lubczanski

Por Giulio Meotti

Enero 8, 2025

"Querido Michel, eres un verdadero amigo de Israel y por esto te estamos confiriendo este premio." Mientras gran parte de la intelectualidad europea ha escogido el bando de Hamas, Michel Onfray ha recibido en Israel un premio por su apoyo al estado judío. Onfray acaba de visitar los sitios del pogrom del 7 de octubre desde el kibutz Kfar Aza hasta Netiv HaAsara, el moshav más cercano a la Franja de Gaza.

“He sido invitado a dar dos conferencias, una en Jerusalén y la otra en Tel Aviv,” nos cuenta Onfray. “Y los organizadores me han sugerido aprovechar mi estadía para ir a los lugares de la masacre y a la frontera entre Gaza e Israel, donde he encontrado a los soldados. Siempre nos beneficia evitar las narraciones de los medios, en particular de los franceses, comprendidos los del servicio público que son masivamente contrarios a Israel, y de hacerte una idea en el momento, por cuenta propia, cuando sea posible." 

 
Son muchas las impresiones al ver la devastación del pogrom de Hamas. "Esto es exactamente lo que se siente paseando entre las 'ruinas' de Oradour-sur-Glane. Aquí se mide lo que podemos hacer al hombre. Caminando entre las ruinas, pasando delante de esas casas quemadas, viendo una mancha marrón de lo que fue un rastro borrado de sangre, he pensado en esta frase de Pascal que me repito tantas veces: "El corazón del hombre está vacío y lleno de inmundicia." Los judíos son como un vigía de la historia, cosa insoportable para los musulmanes, cuya narración es parte de una suerte de 'extraterritorialidad' histórica." 

Onfray regresó con un sentimiento siempre muy fuerte de la singularidad de Israel. “Este pueblo tiene el sentido de la historia, de su historia, de la memoria, de su memoria, de la identidad, de su identidad. Un pueblo que quiere vivir y por lo tanto no morir, no hay nada que podamos hacer contra un pueblo habitado por tal manía de vida. Una civilización desaparece cuando los hombres que la constituyen no la aman más, o incluso la odian. Ni siquiera el fuego nuclear puede destruir al pueblo judío que no sólo se encuentra en la tierra de Israel, sino que vive en todas partes del planeta." 

Israel está solo en el Occidente. "Solo en este Occidente que, por su parte, se odia a sí mismo y se preocupa por los que lo odian. El Occidente que ama más al nihilismo que a todas las otras cosas. Israel es su cuna, pero escupe en su cuna. He sentido físicamente que en Israel está sucediendo algo esencial que afecta al futuro de nuestra civilización." 

Mientras tanto, un antisemitismo monstruoso devora a Europa. "Acabo de terminar un libro que no imaginaba cuando lo he iniciado y que muestra que la mayor parte de los filósofos de izquierda han sido antisemitas: ¡Alain, Ricoeur, Sartre, De Beauvoir, Foucault, Deleuze, Genet, Garaudy, Serres, Nancy, Badiou! Los extractos que he encontrado son tan condenatorios que los que tienen los derechos de autor de Sartre, De Beauvoir, Foucault y Genet, todos autores de Gallimard, han prohibido la reproducción de los textos incriminados.” Con el 7 de octubre, Israel debió ser defendida no sólo de sus enemigos en armas, sino también de una parte de Occidente. "El Occidente lleno de odio narcisista y nihilista hacia sí mismo. Estamos asistiendo al fin de un mundo, el judeo-cristiano. El Islam hace su parte, mientras el horizonte insuperable del cruzado es la pinta de cerveza servida en la terraza con el ojo pegado al teléfono celular."