Esta foto tiene que recorrer el mundo.
Muestra a un padre cubierto de la sangre de su hija asesinada, Maayan, a quien Hamas disparó a través de la puerta de la habitación segura de su casa. Los dos niños sobrevivientes lloran por su hermana mayor asesinada y preguntan si ellos también están a punto de morir.
Las imágenes fueron filmadas por Hamás, que le quitaron el teléfono a la madre y transmitieron en vivo el terror para que su familia y amigos lo vieran.
Hoy, el padre, Tsahi, regresó a casa en un ataúd tras ser asesinado en cautiverio, para ser enterrado junto a su hija.
Hamas es solo muerte y destrucción.
Quien guarda silencio ante esta y tantas atrocidades, es cómplice de su monstruosidad.
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