EL 7 DE OCTUBRE SE SUMA A LA LARGA LISTA DE ESPIAS QUE SE PIERDEN EL PANORAMA GENERAL
La aparente capacidad de las agencias de inteligencia de los árboles impidiéndoles ver el bosque es tan común que los académicos tienen un nombre para eso.
Por Dov Lieber
Marzo 2, 2025
traducida por Marcela Lubczanski<
Una bandera israelí cuelga de una casa dañada durante los ataques del 7 de octubre del 2023.© Baz Ratner/Associated Press
TEL AVIV—Mucho antes que Hamas lanzara sus ataques del 7 de octubre del 2023, el ejército de Israel tuvo gran cantidad de evidencia que algo se estaba gestando.
Israel había estado en posesión de un plan secreto de Hamas para una invasión masiva por más de un año. Los soldados sobre la frontera de Gaza habían observado a Hamas practicando operativos contra bases militares israelíes y comunidades civiles durante semanas. Y los jefes de seguridad del país habían estado advirtiendo que meses de debate interno contencioso y protestas por cuestiones políticas habían dejado vulnerable a Israel.
La noche anterior al ataque, el Shin Bet, la agencia de inteligencia interna de Israel, se enteró que docenas de miembros de Hamas habían activado servicios de telefonía móvil en las redes de Israel, una señal fuerte que planeaban estar en Israel pronto. A medida que progresaba la noche, los espías de Israel recogieron señales que algunos en el liderazgo de Hamas habían pasado a la clandestinidad y que grupos de comandos de Hamas habían empezado a reunirse en lugares por toda la Franja de Gaza.
Los alabados servicios de inteligencia de Israel debatieron lo que significaba todo eso hasta muy tarde en la noche y decidieron volver a evaluarlo en la mañana. Alrededor del amanecer, Hamas atacó esencialmente como se había descripto en el plan capturado un año antes, dejando aproximadamente 1,200 muertos y 250 llevados como rehenes a Gaza.
Humo elevado cerca del cerco fronterizo entre la Franja de Gaza e Israel el 7 de octubre del 2023.© Ahmad Hasaballah/Getty Images
Las tropas israelíes se reunieron cerca de la frontera con Gaza días después del ataque del 7 de octubre del 2023.© Mostafa Alkharouf/Anadolu/Getty Images
Israel detalló sus fallas en un informe sobre el ataque publicado por su ejército esta semana. Junto con los errores discretos hubo un error de inteligencia de gran alcance de un tipo que se ha repetido regularmente a lo largo de la historia. Ellos son tan comunes que los académicos tienen un nombre para ellos—“fallas de inteligencia estratégica”—una incapacidad para ver el bosque detrás de los árboles.iew on Watch
Ellos son fáciles de detectar en retrospectiva, pero obstinadamente difíciles de prevenir a medida que se están desarrollando. Ellos se derivan del hecho que la inteligencia es tanto arte como ciencia. Los agentes toman fragmentos de información y forman teorías que pueden ser difíciles de desechar. Sumémosle la distracción intencional y los acontecimientos ambiguos—¿es una gran movilización militar una táctica de negociación o un preludio de la guerra?—y lo que más tarde podría haber parecido obvio, puede parecer muy complicado en el momento.
En esa matriz completa, la evidencia que contradice la evaluación prevaleciente entre los funcionarios de inteligencia y los que toman las decisiones a menudo son descartadas.
Vehículos destruidos durante el ataque del 7 de octubre del 2023, en un complejo en Tkuma, Israel. © Christopher Furlong/Getty Images
“Parte de la teoría de la sorpresa estratégica es que incluso la buena información es difícil de usar para los tomadores de decisiones,” dijo John Ferris, un profesor de historia en la Universidad de Calgary que estudia la inteligencia y sus fallas. “Si la buena información te dice lo que piensas que no sucederá, simplemente no la utilizarás."
En el caso de los ataques del 7 de octubre, Israel estuvo bajo la impresión que Hamas estaba buscando nuevas concesiones aumentando la tensión sobre la frontera. El grupo utilizaba frecuentemente las protestas y amenazas de ataque para agitar en busca de mayor acceso a permisos de trabajo para los gazatíes—o así pensaba Israel. En verdad, Hamas se estaba preparando para un ataque a plena vista. Pero ningún alto funcionario pensaba que el grupo designado terrorista por EE.UU., significativamente más débil que el ejército de Israel, realmente quería una guerra a gran escala.
Casi exactamente 50 años antes, Israel había cometido un error catastrófico similar.
Egipto y Siria estaban movilizando fuerzas sobre su frontera. Los estados árabes declararon su intención de recuperar territorio que Israel tomó de ellos seis años antes en una victoria decisiva. Israel había recibido numerosas advertencias que la guerra era inminente. Esto incluye información de un alto funcionario egipcio que advirtió a la agencia de espionaje de Israel, el Mossad, el 5 de octubre de 1973, que Siria y Egipto invadirían al día siguiente.
Tropas israelíes marcharon sobre la margen occidental del Canal de Suez durante la Guerra de Iom Kipur de 1973. © Ilan Ron/GPO/Getty Images
Soldados israelíes en los Altos del Golán durante la Guerra de Iom Kipur de 1973. © Getty Images
Sin embargo, hasta justo antes que estallara la guerra, como se advirtió, el 6 de octubre de 1973, Israel pensaba que sus enemigos estaban fanfarroneando y fue atrapada desprevenida. Las advertencias del espía egipcio fueron descartadas como viniendo de un doble agente tratando de difundir información errónea. Los servicios de inteligencia israelíes en el momento pensaron que no había manera que sus vecinos quisieran la guerra nuevamente tan pronto después de una derrota aplastante en 1967.
Tres décadas antes, ese error de juicio había sido precedido por uno aun más grande que involucró a Estados Unidos. Antes que los japoneses asestaran un duro golpe a la Flota del Pacífico de EE.UU. en Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941, Washington tuvo señales claras de un ataque inminente.
Estados Unidos y Japón habían estado involucrados en conversaciones de paz. El día anterior al ataque, la inteligencia de EE.UU. desencriptó mensajes japoneses que indicaban que ellos habían terminado con las conversaciones. Semanas antes, la flota japonesa había desaparecido en el Océano Pacífico. El Ejército y la Marina de EE.UU. hicieron sonar advertencias de posibles hostilidades.
Sin embargo, dijo Ferris, los peces gordos de EE.UU. no imaginaron que Japón era capaz de o estaba interesado en la guerra con Estados Unidos de América y fallaron en reaccionar efectivamente. Japón estaba enfocado en batallas más cerca de sus fronteras, creyeron los líderes estadounidenses. Incluso fue mal gestionada una oportunidad final de prepararse para el ataque—cuando los sistemas de radar estadounidenses detectaron 183 aeronaves a 137 millas fuera de la costa hawaiana aproximadamente una hora antes que atacaran.
Después de la guerra, el Gen. Sherman Miles, el subjefe del Estado Mayor, resumió el fracaso de la inteligencia. "Teníamos un criterio. No teníamos ninguna razón para dudar de la precisión aproximada de nuestro criterio. Pero fue completamente falso," dijo él.
Buques de la Armada de EE.UU. arden luego del ataque sorpresa japonés sobre Pearl Harbor, Hawaii, el 7 de diciembre de 1941. © Bettmann Archive
Unos seis meses antes, la Unión Soviética había cometido su propio error. La inteligencia soviética había dado a Joseph Stalin claras evidencias que la Alemania Nazi, supuestamente aliada con Moscú, estaba preparando una invasión masiva. Pero los historiadores dicen que Stalin falló en movilizar a su ejército para defenderse contra la acometida.
Ferris dijo que el 7 de octubre estuvo entre las fallas más atroces de la inteligencia estratégica debido a cuan absolutamente Israel fue tomada por sorpresa y cuan absolutamente había fallado en tomar cualquier precaución para un ataque en masa desde Gaza.
Los funcionarios del ejército israelí dijeron que la falla en prepararse para una situación tan desastrosa se derivó de su creencia errónea en que su aparato de inteligencia era tan bueno que ellos sabían lo que sucedería.
“Eramos adictos a la información de inteligencia precisa. La adicción es pensar que sabes todo,” dijo uno de los oficiales que presentó las conclusiones de la investigación del 7 de octubre a los periodistas. "A veces piensas que sabes todo, y al ser adicto a eo, pensábamos que tendríamos suficiente entendimiento de lo que hará el enemigo, qué y cuándo.”
Los funcionarios de inteligencia israelíes dijeron que ellos también fomentaron una cultura en la cual las opiniones contrarias a la evaluación principal eran descartadas fácilmente—a pesar del hecho que medio siglo antes, ellos habían buscado resolver este mismísimo problema.
Luego de la debacle de inteligencia de 1973, fueron creados equipos dentro de la inteligencia militar israelí y más tarde en el Shin Bet que se suponía desafiarían las evaluaciones tradicionales. La unidad "abogado del diablo" era pequeña pero conformada de estrellas en ascenso dento de la división de investigación de la inteligencia militar, la organización principalmente responsable por las advertencias tempranas de guerra, dijo Yossi Kuperwasser, quien una vez dirigió la división.
Con el tiempo, a medida que se apaciguaba el dolor por el fracaso de 1973, el equipo dejó de reclutar a miembros de la élite, y el rango de su líder fue degradado de coronel pleno a teniente coronel, dijo Kuperwasser.
Fue incorporado un problema mayor, dijo Uri Bar-Joseph, profesor en la Universidad de Haifa de Israel, y experto en fallas de inteligencia. Con el tiempo, la gente se habituó a descartar las opiniones de los abogados del diablo precisamete porque ellos siempre asumían la visión opuesta por designio. Creada como una medida de seguridad, se convirtió en apenas otra parte de la burocracia.
Vehículos militares israelíes en Gaza el mes pasado, durante un cese del fuego entre Hamas e Israel. © amir cohen/Reuters
“Al principio, te lo tomas seriamente,” dijo Bar-Joseph. “Pero nadie lo toma seriamente después de algunos años.”
Los servicios de inteligencia de Israel se han redimido ante los ojos de los líderes del país durante el año pasado después de ataques selectivos de precisión contra Irán y el rápido desmantelamiento de la milicia libanesa Hezbola.
Pero el país ya no se contenta más con depender de la alerta temprana. Israel ha creado una profunda zona de contención junto a su frontera con Gaza; está manteniendo una posición elevada en el sur de Líbano después de arrasar la infraestructura de Hezbola allí; planea permanecer indefinidamente en una zona de contención dentro de Siria frente a los Altos del Golán; y está insistiendo en que una porción del sur de Siria permanezca desarmada.
“No es viable ‘gestionar el conflicto’ contra un enemigo cuyo objetivo es tu destrucción,” dijo el ejército en su informe sobre las fallas del 7 de octubre.
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