Un segundo antes de terminar su mandato, Eric Adams firmó una orden histórica:
Prohibición total de cualquier decisión empresarial, municipal o institucional que boicotee, discrimine o perjudique a Israel.
Quien intente dañar la economía israelí no recibirá contratos, presupuestos ni colaboraciones en la alcaldía de Nueva York.
Mientras Mmadani difunde odio antisemita y una agenda antiisraelí, Adams eligió amor, valores y una verdadera alianza.
Él estableció por ley:
No hay boicot a Israel. No hay discriminación. No hay rendición al odio.
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