lunes, 21 de abril de 2025

 

EL AÑO QUE VIENE EN JERUSALÉN.

ENSEÑANDO A LOS NIÑOS LA HISTORIA DE SU PUEBLO.

“¿Cuáles son tus primeros recuerdos? El mío se remonta a la casa de mis abuelos, justo enfrente de Finsbury Park en el norte de Londres.

En mi mente veo los pesados ​​muebles victorianos, el reloj de pared con su sonoro tictac y su campanada de los cuartos de hora, las estanterías repletas de enciclopedias (a mi abuelo le apasionaba la autoeducación) y la enorme mesa del comedor abarrotada de miembros de la familia: tíos, tías y primos, así como mis padres y abuelos.
  • Sospecho que algo así está grabado en la memoria de casi todos los judíos.
  • Hubo un momento para cada uno de nosotros en el cual, aunque éramos los más jóvenes de la mesa, teníamos el papel protagonista.
  • Implicaba decir o cantar Mah Nishtanah, “¿Por qué esta noche es diferente?” con sus cuatro preguntas:
  • ¿Por qué estamos comiendo pan sin levadura? ¿Por qué las hierbas amargas? etc.
  • Fue nuestra introducción al recuento anual de la historia de Pesaj y el éxodo de nuestros antepasados ​​de Egipto. Lo (estamos haciendo) volveremos a hacer en el transcurso de esta semana.

Me pregunto:

  • ¿Se ha practicado algún ritual, por más tiempo que este, todavía conforme a las reglas establecidas por Moisés hace unos 33 siglos?
  • ¿Hubo alguna vez una visión más profunda del misterioso proceso de formación de la identidad?
A la edad de 3 años, me estaban iniciando en un pueblo y su historia.
  • Su historia estaba a punto de convertirse en la mía.

Es una narración en la más grandiosa de las escalas, una historia de esclavitud y liberación, exilio y el largo viaje a la Tierra Prometida.

Pero el golpe de genialidad fue situar este ritual no en la sinagoga sino en el hogar, y centrar la atención en los más jóvenes entre los presentes.

Toda la velada está estructurada como un conjunto de respuestas a preguntas formuladas por un niño.

¿Fue esto, me pregunto a veces, lo que le dio a la identidad judía su extraordinaria tenacidad?

Muchos pensadores cristianos, desde Agustín hasta Pascal y Tolstoi, se sintieron intrigados por cómo sobrevivió este pueblo, reducido en número, diseminado y disperso por el mundo.
  • La respuesta, sospecho, tiene mucho que ver con los dones de la narrativa y la memoria.
  • Necesitamos una historia que nos diga quiénes somos.
  • Y necesitamos la transmisión de la memoria a través de las generaciones.
  • De eso se trata Pesaj".
Rabbi Sacks Z"L, en The Times, 8 de Abril 2006
Imagen: halbergman | Credito: Getty Images
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