Por Amnon Rubinstein
1/2/11
Los acontecimientos revolucionarios en Tunez y Egipto descendieron sobre la "comunidad internacional" como un rayo. Los dos regimenes impopulares, aunque no democraticos, no eran famosos por su brutal represion. Al contrario, Tunez era conocido como un regimen moderadamente pro-occidental en el cual tanto la poligamia como el velo estaban proscriptos. Egipto era visto como una autocracia igualmente moderada, y el Presidente Hosni Mubarak era considerado un baluarte moderado, buscador de la paz y pro-occidental. Cierto, habia quejas de ONGs de derechos humanos, pero en comparacion con el aluvion permanente contra Israel, estos eran meros silbidos.
Tanto Tunez como Egipto eran miembros electos de ese circo conocido como la Comision de Derechos Humanos de la ONU. En sus informes, junto con la critica moderada, la comision elogiaba a ambos regimenes: Tunez era elogiado por construir "un marco legal y constitucional para la promocion y proteccion de los derechos humanos", y Egipto era alabado por iniciativas "tomadas en los ultimos años con respecto a derechos humanos, en particular la creacion de divisiones de derechos humanos dentro de los ministerios de Justicia y Asuntos Exteriores." (Leyendo estos extractos, uno puede ser perdonado por pensar que la manifestacion verdadera debio haber tenido lugar en Ginebra, asiento de la Comision de Derechos Humanos.)
Y no hace falta decir, nada que hayamos leido o visto en los medios de comunicacion mundiales nos preparo para las horrorosas escenas callejeras y las acusaciones contra el regimen que irrumpieron desde las pantallas de nuestros televisores; la idea que Mubarak es un dictador llego como una conmocion para los publicos occidentales.
Lo que nosotros debemos aprender de todo esto es que no sabemos nada de lo que verdaderamente sucede en los regimenes no democraticos. Exactamente como en la decada de 1930 los periodistas occidentales visitando Ucrania no vieron la muerte masiva a traves de la hambruna forzada alrededor de ellos, así los medios de comunicacion contemporaneos no profundizan en lo que verdaderamente yace bajo una aparente no democracia moderada.
EL MUNDO DE las noticias y los informes de las ONGs está inclinado. Tiene una tendencia a encontrar fallas en las sociedades abiertas y es engañado por los regimenes represivos en los cuales no hay medios de comunicacion libres o tribunales independientes. Asi se establece una paradoja: Cuanto mas democratico y abierto es un pais, mas expuesto estara a acusaciones de abusos de derechos humanos.
Esto es asi tanto respecto a Egipto como a Tunez. Los regimenes alli no fueron mas represivos que otros regimenes medio-orientales: Seguramente sus abusos fueron moderados en comparacion con la brutalidad irani y siria.
De hecho, debido a que ambos paises fueron objeto de influencia y presion occidental, ellos no pudieron recurrir a la brutalidad desenfrenada conque el regimen de Teheran enfrento a sus opositores pro-democraticos en el año 2009.
La verdad es incluso mas dificil de digerir: No hay sustituto para la democracia, aun cuando sea defectuosa. Pero en el Medio Oriente, las elecciones libres - una parte esencial de la democracia - pueden llevar a un regimen islamico de tipo irani que sofocara cualquier signo de verdadera democracia.
Nosotros tendremos que esperar un largo tiempo antes de ver un retroceso de esta tendencia.
El autor es profesor de derecho en el Centro Interdisciplinario Herzliya, ex ministro de educacion y miembro de la Kneset, y receptor del Premio Israel en Derecho del año 2006.
Fuente: The Jerusalem Post- Este artículo fue traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba.
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