20.05.2014 11:29 |
Itongadol/AJN.- El embajador israelí ante las Naciones Unidas, Ron Prosor (foto), criticó públicamente ayer, lunes, a la Agencia de Ayuda y Obras para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo de ese organismo (UNRWA, por su sigla en inglés) porque “alimenta falsas promesas y reivindicar mitos peligrosos”, durante una conferencia en la ONU sobre si la misma ayuda o es un obstáculo para la paz, organizada por las asociaciones Internacional y Estadounidense de Abogados y Juristas Judíos.
“Hemos escuchado una y otra vez que los asentamientos son el principal escollo para la paz; en estos salones nadie admitirá que el verdadero obstáculo es el llamado ‘reclamo para retornar’”, el cual implicaría “inundar Israel con millones de refugiados y ahogar numéricamente al Estado judío”, dado que es, en realidad, un eufemismo para su destrucción, sintetizó el diplomático, que acusó a la UNRWA de ayudar a fomentar esa “ficción” en los niños palestinos a través de sus libros de texto y escuelas.
“Reafirmo el apoyo de Israel a la misión humanitaria de la UNRWA: hemos trabajado juntos para proporcionar servicios esenciales y educación y promover la igualdad de género”, pero “a pesar de nuestro éxito, nuestro trabajo se ve ensombrecido por la disparidad en el tratamiento de la ONU a estos refugiados”, que los constituye en una casta particular al separarlos de sus pares de otras partes del mundo, prosiguió.
“Cabe señalar que su mandato para reasentar refugiados fue retirado en 1965”, pero se ha “perpetuado el problema en lugar de resolverlo”, y ello se ve favorecido por quienes sostienen la UNRWA: “el 85 por ciento de la financiación procede de países de América del Norte y Europa Occidental”, denunció Prosor.
“Casi 2 millones de refugiados palestinos viven en los territorios controlados; uno pensaría que la Autoridad Palestina asume una mínima responsabilidad por el destino de su pueblo”, pero “en cambio, se contenta con usar a esta población como peones políticos en lugar de crearles un futuro mejor”, finalizó.
“Hemos escuchado una y otra vez que los asentamientos son el principal escollo para la paz; en estos salones nadie admitirá que el verdadero obstáculo es el llamado ‘reclamo para retornar’”, el cual implicaría “inundar Israel con millones de refugiados y ahogar numéricamente al Estado judío”, dado que es, en realidad, un eufemismo para su destrucción, sintetizó el diplomático, que acusó a la UNRWA de ayudar a fomentar esa “ficción” en los niños palestinos a través de sus libros de texto y escuelas.
“Reafirmo el apoyo de Israel a la misión humanitaria de la UNRWA: hemos trabajado juntos para proporcionar servicios esenciales y educación y promover la igualdad de género”, pero “a pesar de nuestro éxito, nuestro trabajo se ve ensombrecido por la disparidad en el tratamiento de la ONU a estos refugiados”, que los constituye en una casta particular al separarlos de sus pares de otras partes del mundo, prosiguió.
“Cabe señalar que su mandato para reasentar refugiados fue retirado en 1965”, pero se ha “perpetuado el problema en lugar de resolverlo”, y ello se ve favorecido por quienes sostienen la UNRWA: “el 85 por ciento de la financiación procede de países de América del Norte y Europa Occidental”, denunció Prosor.
“Casi 2 millones de refugiados palestinos viven en los territorios controlados; uno pensaría que la Autoridad Palestina asume una mínima responsabilidad por el destino de su pueblo”, pero “en cambio, se contenta con usar a esta población como peones políticos en lugar de crearles un futuro mejor”, finalizó.
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