domingo, 29 de octubre de 2017

**Tras El Rastro**

Seguiré tu rastro; cuando amanezca y el sol caliente la tierra y se seque el
lodo de los caminos, en ese momento saldré tras tu rastro. Mi olfato me
ayudará a encontrarte, mis ojos, acostumbrado a los detalles, descubrirá
pequeñas señas como una rama quebrada, una flor arrancada, tus zapatos,
hundidos en el colchón de hojarasca, dejará una huella fácil de seguir.
Y mi piel, principalmente mi piel, que se erizará al encontrar tu rastro, como
el imán al hierro.
Seré como una fiera en celo, mi búsqueda será implacable y terminará cuando
te encuentre y seas, nuevamente, mía; nuevamente beberé de tu amor y mis
ansias se calmarán con el roce de tu piel, el sabor de tus besos, la pasión de
tus ojos, la lujuria de tu voz.
¡Y volveré a creerte!
El amor es ciego, no lo dudes, que es la verdad. Cuando el amor empuja pierde
la memoria y deja sólo al corazón la elección de amar sin rencor. Y vuelven
los arrullos, los besos furtivos, las manos urgentes, las lágrimas dulces y las
palabras, que conquistan, nuevamente, a la razón.
El sol asomó y junto al viento a la tierra secó; listo estoy para partir sobre tu
rastro, buscándote para tenerte junto a mi.
¡Yo soy macho, tu eres hembra! La naturaleza sabrá que hacer…
Mario Beer-Sheva


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