Elie Cohen, liberado del cautiverio de Hamás tras 505 días, habla sobre Yom Kipur, la angustia mental que sufrió como rehén y la esperanza del regreso de todos los rehenes que permanecen en Gaza.
Según Cohen, Yom Kipur es un día particularmente difícil para él: "Desde el momento en que me liberaron, supe que era el día que más temía, porque viví este ayuno durante tanto tiempo. Sé que hay amigos que están experimentando este ayuno ahora. Pero también es un día de introspección. Y si hay algo que hacíamos mucho en cautiverio, era introspección diaria", compartió.
Añadió: "Allí todos los días son Yom Kipur. La gente me pregunta cómo se siente después de un año y medio. Siempre digo: es como un Yom Kipur que nunca termina. Solo que la comida que comemos antes del ayuno es pan pita y no arroz con pollo".
Cohen continuó diciendo que no siempre sabía cuándo caía Yom Kipur, pero lo adivinaba basándose en las fechas. Dijo que encontraba consuelo en el hecho de que "cada día parecía Yom Kipur: no tocaba la electricidad, no comía, ayunaba. Pero en el fondo, quería encontrar mi lugar en ese día y pensaba en qué haría al salir".
Describió la fe como el único apoyo que le quedaba: "Cuando no tienes nada, encuentras a Dios. Lo único que tenía para ofrecerle era la oración. Prometí que, si salía, cada mañana rezaría un salmo de gratitud. Hubo muchos momentos en que le pedía más comida o agua, y rezaba la bendición antes de comer o beber", recogió Israel National News.
Cohen recordó uno de los momentos en cautiverio: "Me tumbé en el suelo y le pedí a Dios: 'Muéstrame que estás aquí'. Minutos después, la radio de la habitación cambió a hebreo; escuché a la madre de otro rehén y a Benny Gantz hablando sobre el número de muertos y secuestrados. Para mí, fue una señal, como si me hubiera enviado el mensaje". "En el fondo, sabía que la gente pensaba en mí, que rezaban por mí", compartió. "Cuando me liberaron, sentí la obligación de reunirme con estas personas para que comprendieran cuánto me habían salvado espiritualmente".
Se dirigió a los rehenes que aún se encuentran retenidos por Hamás en Gaza: "Hermanos míos, si me escuchan, sepan que esto tiene un fin. No pierdan la esperanza. Todo el Estado de Israel, el mundo entero, los apoya y reza por su bienestar. Busco cambiar el mundo para que no caigan en el olvido".
Cohen compartió su oración en la víspera de Yom Kipur: "Salud y paz mental para todos. Que todos regresen a casa sanos y salvos, tanto los rehenes como los soldados. Espero que tengamos un año aburrido, que no tengamos que lidiar con nada más y que todos regresen a sus vidas y a sus cosas favoritas".
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