By CON COUGHLIN
Teherán se enfrentará a una renovada presión internacional por su participación en el contrabando de armas, cuando un juicio programado para hoy en Nigeria revele los detalles de una operación fallida de Irán para suministrar armas a la guerrilla en Africa Occidental.
En virtud de la Resolución 1747 de Naciones Unidas, que fue aprobada en 2007, Irán tiene prohibido comprar o exportar armas. Pero una investigación detallada por parte de funcionarios de inteligencia occidentales tras la incautación de armas en el puerto nigeriano de Apapa el pasado mes de octubre ha puesto al descubierto una trama bien coordinada por la Guardia Revolucionaria de Irán para proveer a un número de grupos rebeldes islámicos en el occidente de África. Estos incluyen militantes musulmanes en el norte de Nigeria y otras milicias luchando contra el gobierno de Lagos por una mayor participación en los ingresos petroleros lucrativos del delta del Níger.
Algunas de las armas, que incluían granadas propulsadas por cohetes, ametralladoras y fusiles de asalto, estaban destinadas también a los grupos rebeldes con base en Senegal y Gambia. Estaban ocultas en un cargamento de materiales de construcción en 13 contenedores de transporte.
Un acusado clave en el juicio será Azim Aghajani, un ciudadano iraní que ha sido identificado por los funcionarios de inteligencia como un oficial de alto rango de la Fuerza Qods, la unidad de la Guardia Revolucionaria de Irán responsables de apoyar a grupos militantes islámicos en el extranjero. Fue uno de los dos iraníes que buscaron refugio en la embajada iraní en Abuja inmediatamente después de la incautación de las armas, que fue provocada por un chivatazo de la CIA.
El otro iraní fue identificado como Ali Akbar Tabatabaei, quien es descripto por las fuentes de inteligencia occidentales como el comandante de operaciones de la Fuerza Qods en África. Se las arregló para escapar a Teherán tras una visita de emergencia a Abuja en noviembre por parte de Manoucher Mottaki, quien entonces se desempeñaba como ministro de Relaciones Exteriores de Irán. Los funcionarios de inteligencia creen que el régimen iraní ha enviado a Tabatabaei a Venezuela para comandar las operaciones de la Fuerza Qods en América Latina.
Pero el señor Mottaki, fracasó en sus esfuerzos por evitar un incidente diplomático importante. El gobierno nigeriano se negó a liberar Aghajani y permitir que el depósito de armas fuera devuelto a Irán. En cambio, los nigerianos, furiosos por los intentos de Irán de armar a la milicia islamista "Hisbah" en la provincia del norte nigeriano de Kano, parece decidido a exponer los crímenes de Irán. Funcionarios de la Fiscalía ahora predicen revelar detalles embarazosos del involucramiento de Teherán en la operación de contrabando.
Además, las autoridades nigerianas han facilitado a la comisión de Naciones Unidas encargada de supervisar las sanciones contra Irán de todos los detalles de las armas que encontraron. Un equipo de ocho miembros de las Naciones Unidas, que incluye a representantes de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, visitó Nigeria a principios de este mes para investigar el envío antes que comience el juicio.
Esta no es la primera vez que Teherán ha sido sorprendido in fraganti en operaciones de contrabando de armas. Funcionarios de seguridad israelíes con regularidad interceptan envíos de armas iraníes destinadas a los terroristas islamistas en Gaza y el sur de Líbano. Y en septiembre pasado, funcionarios italianos descubrieron varias toneladas de material descripto por funcionarios del Consejo de Seguridad de la ONU como "explosivos de alto potencial" que estaban siendo enviadas desde Irán a grupos terroristas en Siria y el Líbano.
La evidencia del involucramiento de Irán en la operación de contrabando de armas de Nigeria amenaza con intensificar el aislamiento diplomático de Teherán, ya que tensa las relaciones con una serie de gobiernos de África Occidental, en particular Nigeria, que actualmente ocupa uno de los puestos no permanentes en el Consejo de Seguridad de la ONU. Los diplomáticos occidentales creen que ahora pueden contar con el apoyo de Nigeria para cualquier nuevo esfuerzo diplomático para reforzar las sanciones contra Irán por su continuo desafío a través de su programa ilícito de armas nucleares.
Gabón, vecino de África occidental de Nigeria y otro miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, también es probable que apoye una nueva ronda de sanciones. Gambia, donde Irán también ha suministrado armas a los militantes islamistas, el mes pasado cortó formalmente los lazos diplomáticos con Irán, cerrando su embajada en Teherán y ordenando a su embajador volver a casa en 24 horas. Dakar está pensando en tomar medidas similares ya que algunas de las armas iraníes capturadas por los nigerianos pudieron haber estado destinados a los rebeldes en Senegal.
El plan de Irán de apuntalar a los musulmanes radicales en el África occidental ha fracasado mal. En lugar de exportar su revolución islámica a esa parte del mundo, Teherán ha fortalecido los esfuerzos liderados por los EEUU y Europa para detener su programa de armas nucleares. El juicio en Abuja no sólo es una vergüenza para Teherán, sino una derrota diplomática importante.
El Sr. Coughlin editor ejecutivo extranjero del Daily Telegraph de Londres y el autor de "El Fantasma de Khomeini" (Ecco 2009)
Fuente: The Wall Street Journal- Este artículo fue traducido especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba.
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