jueves, 2 de mayo de 2024

DEL WALL STREET JOURNAL

 BLINKEN LLEGA A ISRAEL—Y ENCUENTRA A UN NETANYAHU MAS FUERTE

La administración Biden, sacudida por las protestas en los campus universitarios, necesita que Israel llegue a un acuerdo para parar el combate.
TRADUCIDA POR Marcela Lubczanski
Por Rory Jones y Carrie Keller-Lynn
Mayo 1, 2024

TEL AVIVEl secretario de estado Antony Blinken viajó a Israel para presionar por un acuerdo de cese del fuego en la Franja de Gaza, y encontró al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en una posición más fuerte con su aliado más importante y menos susceptible a la presión de lo que estaba hace varias semanas atrás. 
A principios de abril, Netanyahu fue reprochado públicamente por la administración Biden por la muerte por parte de Israel de siete trabajadores humanitarios en lo que dijo fue un error que violaba sus normas de enfrentamiento. El líder de la mayoría del Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer había pedido públicamente que el primer ministro sea reemplazado. Y los números de Netanyahu en las encuestas estaban sufriendo.
Ahora, sus números en las encuestas se han estabilizado a raíz del ataque de Irán con drones y misiles en suelo israelí, y es la administración Biden la que está bajo presión, a medida que las protestas contra la guerra de Israel en la Franja de Gaza se extienden a lo largo de los campus universitarios estadounidenses. Biden necesita que el líder israelí entregue un alto en el combate que podría aliviar la presión interna por el conflicto.
Israel ha dicho que está lista para enviar una delegación a Cairo, donde los mediadores árabes anteriormente esta semana presentaron a Hamas un nuevo plan para pausar el combate a cambio de liberar a los rehenes que retiene en el enclave. La propuesta es vista como la última posibilidad para retrasar una ofensiva israelí sobre la ciudad sureña de Gaza de Rafah que Netanyahu dijo es necesaria para destruir las unidades militares restantes de Hamas y completar los objetivos de la guerra. 
Netanyahu sigue en un lugar muy ajustado. Miembros de su pequeño gabinete de guerra lo están presionando a llegar a un acuerdo para liberar a los rehenes, pero los ministros en el ala derecha de su coalición más amplia están amenazando con derribar su gobierno si él llega a un acuerdo que impida una operación en Rafah. Si bien sus sondeos han mejorado desde el inicio de la guerra, las encuestas muestran que la facción Likud, de Netanyahu, ganarían muchos menos escaños en nuevas elecciones de los que ganaron en la última ronda, y más de la mitad de los israelíes quieren que él renuncie.
Los mediadores árabes han estado tratando de reunir a Israel y Hamas para que acepten un trato a pesar de los objetivos aparentemente contradictorios de los dos lados. Hamas quiere que un cese del fuego incluya redacción sobre un fin permanente al combate, mientras que Netanyahu ha dicho que él no renunciará a la libertad de destruir al grupo militarmente.
Hamas ha expresado preocupación que las declaraciones por parte de funcionarios israelíes en los últimos días indican que esperan continuar las operaciones militares, a pesar de proponer un período prolongado de calma para la liberación de los rehenes, dijeron los mediadores.
La Casa Blanca ha visto a Netanyahu cada vez más como el principal obstáculo para sus objetivos más amplios en la guerra de Gaza. Biden ha advertido a Netanyahu sobre su coalición de línea dura. Aun así, Estados Unidos no tiene más opción que trabajar con Netanyahu, dijo Yossi Shain, científico político en la Universidad de Tel Aviv y un ex parlamentario israelí.
"Ellos han estado navegando esta relación desde el inicio con el entendimiento que desean que él no estuviera allí," dijo Shain. "Pero él está allí."
Netanyahu también podría requerir apoyo estadounidense para repeler potenciales acusaciones por crímenes de guerra contra altos funcionarios israelíes, las que está sopesando actualmente la Corte Penal Internacional. El presidente israelí Isaac Herzog planteó el tema con Blinken el miércoles.
Estados Unidos ha dicho que no puede apoyar una operación militar israelí en Rafah sin un plan para manejar al aproximadamente millón de refugiados palestinos que se está refugiando allí y que las propuestas actuales israelíes para hacerlo son insuficientes.
Pero, Estados Unidos también parece cada vez más preparado para culpar a Hamas si no se logra un acuerdo de cese del fuego e Israel sigue adelante con una operación. Un comentario en X del Presidente Biden el martes decía que Hamas "es ahora el único obstáculo para un cese del fuego inmediato y la ayuda para los civiles" en Gaza. 
Blinken reiteró ese mensaje en Tel Aviv el miércoles cuando se reunió con Herzog, antes de sentarse después con el primer ministro.
"La única razón por la que eso no sería logrado es debido a Hamas," dijo Blinken. "Hay una propuesta sobre la mesa, y como hemos dicho, sin dilaciones, sin excusas."
Estados Unidos está también discutiendo con funcionarios israelíes cómo planea Israel reducir el riesgo para los civiles si sigue adelante su ofensiva en Rafah, dijeron funcionarios estadounidenses.
La última propuesta de cese del fuego, que Israel ayudó a redactar pero aun tiene que ser aceptada, prevé dos etapas. La primera involucraría la liberación de al menos 20 a 33 rehenes a cambio de un número de prisioneros palestinos, durante un período de calma que podría durar hasta 40 días, de acuerdo con un documento visto por The Wall Street Journal.
La extensión de la primera fase de la pausa podría entonces ser extendida a una tasa de un día por cada rehén liberado. Israel a cambio liberaría a 20 prisioneros palestinos por cada rehén niño, y mujer civil, persona anciana o herida. Por cada soldada liberada, Israel liberaría a 40 prisioneros palestinos, con la mitad de ellos cumpliendo condenas a prisión perpetua.
Una segunda fase incluiría al menos un cese del fuego de seis semanas durante las cuales Hamas e Israel acordarían una liberación de rehenes más grande y una pausa extendida en el combate que podría durar hasta un año.
Del lado de Hamas, los negociadores dicen que están esperando la palabra del líder del grupo en Gaza, Yahya Sinwar, quien lanzó el ataque del 7 de octubre y se cree se está ocultando en el área sureña de la franja.
El acuerdo tentativo podría ser poco apetecible para los políticos de extrema derecha de los que depende Netanyahu para su coalición tenue. Antes de la visita de Blinken, el ministro de finanzas Bezalel Smotrich  y el ministro de seguridad nacional Itamar Ben-Gvir, que son ambos jefes de partidos de extrema derecha, dijeron que el gobierno debe irrumpir dentro de Rafah inmediatamente.
Apretando a Netanyahu desde su otro flanco político está su ministro del gabinete de guerra, Benny Gantz, quien indicó anteriormente esta semana que si el gobierno no aprobaba un acuerdo aceptable para liberar a los rehenes, su partido abandonaría la coalición de guerra de emergencia de Israel.
Aproximadamente la mitad de los israelíes apoyar terminar la guerra para asegurar la liberación de los rehenes, comparada con aproximadamente un tercio que se oponen, de acuerdo con una encuesta esta semana por parte de la transmisora israelí Kan.
Eso deja a Netanyahu en un atasco político.
"Su gobierno puede caer con un acuerdo de cese del fuego/rehenes," dijo Mitchell Barak, un analista político en Keevoon Global Research, con sede en Jerusalén. "Si él no hace el acuerdo, Gantz podría salirse, y el país se hunde en el caos."
Los ataques de Hamas en el sur de Israel el 7 de octubre que provocaron el conflicto mataron aproximadamente a 1,200 personas, en su mayoría civiles, de acuerdo con las autoridades israelíes. Hamas y otras facciones palestinas también tomaron más de 240 rehenes. Algunos de ellos fueron liberados a finales del año pasado, pero aproximadamente 129 permanecen cautivos en la franja. De los rehenes restantes, al menos 34 están muertos, incluidos tres estadounidenses, de acuerdo con Israel.
Blinken llegó a Israel desde Jordania y Arabia Saudita, donde ha estado tratando de reunir apoyo para un plan de posguerra más amplio que podría ayudar a hacer avanzar las conversaciones para un cese del fuego.
Como parte de ese plan, Estados Unidos espera establecer relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Israel, preparar el terreno para una fuerza árabe para estabilizar Gaza y definir un mapa de ruta que lleve a la creación de un estado palestino.
Ese objetivo parece improbable con Netanyahu en el poder. Sus socios de extrema derecha y miembros de su propio partido Likud, se oponen a un estado palestino, y el primer ministro mismo ha cambiado repetidamente su posición sobre la idea con el tiempo.
"Estados Unidos e Israel están en mejor forma de lo que estaban," dijo Gadi Wolfsfeld, un científico político en la Universidad Reichman de Israel. "Pero eso podría cambiar muy rápidamente si ellos sienten que Netanyahu está retrasando cualquier acuerdo."

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