Entre los graduados de la Universidad de Ámsterdam que devolvieron su diploma en protesta por el quiebre de vínculos con Israel, destaca el iraní Kevyan Shahbazi, un hombre de 60 años que no es judío y quien de adolescente huyó de las mazmorras de la Revolución Islámica, donde fue largamente torturado sin saber (hasta hoy) el motivo.
Shabazi, hoy psicólogo cultural en Holanda, narra cómo el iletrado Ruhollah Jomeini (m. 1989) se apoderó de Irán, apoyado por la BBC, e inaugurando medio siglo de sangrienta represión, medioevo y judeofobia.
Los “progres” (feministas incluidas) omiten que Jomeini se lanzó a la lid política para combatir el voto femenino dispuesto por el Shah.
Para Shahbazi, la defensa de Israel es parte inseparable de su lucha por los Derechos Humanos, contra la tortura y por la dignidad de la mujer.
Gustavo Perednik
Bajo la Lupa
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