El presidente estadounidense Donald Trump se reunió el miércoles con el presidente sirio Ahmed Al-Sharaa, poco después de que se levantara la recompensa de 10 millones de dólares por la cabeza de Al-Sharaa.
Al-Sharaa sigue siendo designado oficialmente por Estados Unidos como terrorista yihadista.
Esta es la primera reunión entre un presidente estadounidense y un presidente sirio en 25 años y se considera parte de un proceso más amplio de normalización de relaciones con Al-Sharaa, quien anteriormente fue un miembro destacado de Al-Qaeda.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, publicó la siguiente declaración tras la reunión: "Hoy, el presidente Trump, por invitación del príncipe heredero Mohammed bin Salman, se reunió con el presidente sirio Ahmed al-Sharaa. El presidente turco, Erdogan, se unió por teléfono. El presidente Erdogan elogió al presidente Trump por levantar las sanciones contra Siria y se comprometió a trabajar junto con Arabia Saudita para fomentar la paz y la prosperidad en Siria. El príncipe heredero también elogió al presidente Trump por su decisión de levantar las sanciones, calificándola de valiente. El presidente Trump agradeció a Erdogan y al príncipe heredero su amistad y le dijo al presidente al-Sharaa que tiene una gran oportunidad de hacer algo histórico en su país".
"El presidente Trump animó al presidente al-Sharaa a realizar una gran labor por el pueblo sirio y lo instó a:
1. Firmar los Acuerdos de Abraham con Israel.
2. Pedir a todos los terroristas extranjeros que abandonen Siria.
3. Deportar a los terroristas palestinos.
4. Ayudar a Estados Unidos a prevenir el resurgimiento del ISIS.
5. Asumir la responsabilidad de los centros de detención del ISIS en el noreste de Siria".
El presidente al-Sharaa agradeció al presidente Trump, al príncipe heredero Bin Salman y al presidente Erdogan por sus esfuerzos para organizar la reunión y reconoció la importante oportunidad que representa la salida de los iraníes de Siria, así como los intereses compartidos entre Estados Unidos y Siria en la lucha contra el terrorismo y la eliminación de las armas químicas. El presidente al-Sharaa reafirmó su compromiso con la retirada de Israel de 1974. Concluyó expresando su deseo de que Siria sirva como un vínculo crucial para facilitar el comercio entre Oriente y Occidente, e invitó a las empresas estadounidenses a invertir en el petróleo y el gas sirios. También se abordó la guerra entre Rusia y Ucrania y la guerra en Gaza, según Israel National News.
La reunión de Trump con al-Sharaa se produjo tras su anuncio, el martes por la noche, de que planeaba levantar las sanciones estadounidenses a Siria. Según se informa, la medida se produjo en respuesta a las solicitudes de Erdoğan y Bin Salman.
Trump explicó la decisión como parte de su deseo de brindar a la "nueva Siria" una oportunidad real y significativa: "Siria ha sufrido suficientes desastres, guerras y asesinatos durante muchos años. Por lo tanto, mi administración ya ha dado los primeros pasos para restablecer las relaciones normales entre Estados Unidos y Siria, por primera vez en más de una década".
El periódico catarí Al-Araby Al-Jadeed informó que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, había instado a Trump a no levantar las sanciones ni apoyar la estabilización de Siria, advirtiendo de que podrían repetirse los sucesos del 7 de octubre. Sin embargo, Trump no aceptó la solicitud.
Altos funcionarios israelíes han advertido que Al-Sharaa está engañando al mundo y, bajo la apariencia de un diplomático de traje, pretende establecer un régimen terrorista islamista en Siria que podría ser tan peligroso como su predecesor.
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