El SABE que realmente perdió, y el sabor debe ser amarguisimo!!!
Cuando el voto masivo no lo acompañó, tal y como fue su caso, aunque estaba entre los favoritos y realmente su canción y producción eran muy buenas, es repugnante que los árbitros dejaron a J.J. de Austria de últimao, para ver cómo estaban los números y “arreglarlos”, si el no obtenía lo suficiente para ganarle a Israel.
Y eso fue lo que ocurrió. Manipularon los votos finales para dárselos a Austria que era junto a Israel, el país que más chance tenía.
Y ganó. Punto!
Ahora este tipejo no puede disfrutar a plenitud su triunfo y se da el tupe de pedir una investigación y decir que no quiere que Isrsel vaya a Eurovision 2026 en Austria???? Cretino!
La politización de todos los eventos en donde Israel participa es terrible.
Se olvidan del arte, de lo esencial y sublime que representan la música, la cultura de los países, y se vuelcan en temas políticos, lo cual nunca fue la idea de los fundadores de este festival y de otros eventos artísticos.
Muy “democrático”: el ganador de Eurovision quiere que la edición 2026 sea en Viena, «sin Israel».
El cantante austríaco Johannes Pietsch, más conocido como JJ, ganó en Basilea y quiere que se revise el sistema de televoto y se prohíba la participación de israelíes en el certamen musical.
El cantante JJ, ganador del Eurovision 2025, cuya final se celebró el 17 de mayo último en la ciudad suiza de Basilea, dijo que quiere que la edición 2026 del popular festival musical se celebre en Viena, la capital de Austria, su país, pero «sin Israel».
Johannes Pietsch, el cantante de 24 años que se presenta como JJ y ganó el certamen con Wasted Love, un bizarro tema que combina tonos de ópera con frenética música electrónica, se sumó además al coro del llanto europeo que pide una revisión del sistema de televoto.
La votación del público, como se sabe, le permitió a la representante de Israel, Yuval Raphael, terminar en un espectacular segundo puesto, a pesar de haber sido despreciada por la mayoría de los jurados profesionales de los países que participaron del evento.
Por cierto, Pietsch encontró el micrófono adecuado para expresar su resentimiento: lo entrevistó el diario El País, de España, donde el primer ministro Pedro Sánchez no tiene últimamente cosas más importantes que hacer que -también- atacar la presencia de Israel en Eurovision.
El infeliz ganador opina que “el certamen necesita hacer cambios en cuanto al sistema de votación y a quién participa en el festival».
«Tendría que haber mayor transparencia en el tema del televoto» porque «este año fue todo muy extraño al respecto», elucubró JJ, sin brindar ningún argumento técnico que sostenga su apreciación.
Israel se quedó con el voto popular en doce países y en el bloque del resto del mundo.
Los televidentes pueden aportar su voto varias veces, utilizando su tarjeta de crédito.
El coro anti-israelí viene apuntando contra el sistema de televoto desde que bajó el telón en Basilea.
Pero sin dar explicaciones al hecho, por ejemplo, de que Yuval Raphael resultó la favorita del público en países con gobiernos rabiosamente críticos de Israel, como Irlanda y España.
A ver..:
¿Cuantos votos pueden aportar los 2.500 judíos que viven en Irlanda, un país de más de cinco millones de habitantes? ¿O los 50.000 de España, donde viven casi 50 millones de personas?
«Me gustaría que el año que viene Eurovisión se celebre en Viena y sin Israel«, pero es una decisión de la asociación de emisoras que organiza el festival, reconoció el infeliz ganador de Eurovision 2025.
Daniela Cohen
Edición Lilian Rotter
Israel Económico

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