AMIGOS DE ISRAEL - CORDOBA (ARGENTINA)

 

Y esto tambien es Israel: "Ellos no fueron olvidados". Los bar y bat mitzvahs para niños con discapacidad desafían la guerra y el miedo.

Diecisiete niños con discapacidades intelectuales y del desarrollo celebran sus bar y bat mitzvahs en un emotivo evento en el Centro Nacional Shalva en Jerusalén.

En medio del actual estado de emergencia en Israel, y a pesar de los inmensos desafíos de la guerra, la movilización y la tensión emocional, Shalva llevó alegría y dignidad a quienes más lo necesitaban.

El resultado fue una de las celebraciones más conmovedoras y significativas que el centro haya albergado.

Participaron más de 300 personas, familiares, amigos, personal y voluntarios, que se unieron para honrar a cada niño y celebrar su mayoría de edad.

La sala se llenó de música, decoraciones, risas y amor, transformando lo que podría haber sido un hito pasado por alto en un día que será recordado para toda la vida.

Desde los ataques del 7 de octubre, miles de familias israelíes se han visto afectadas.

Muchos padres fueron llamados a servir en las reservas, y en innumerables hogares, los eventos festivos como cumpleaños o hitos religiosos tuvieron que posponerse o cancelarse por completo.

Sin embargo, en Shalva, ningún niño se quedó atrás. La organización se propuso garantizar que estos chicos, independientemente de las circunstancias, celebraran su momento especial de la manera más hermosa posible.
No se trataba de un "evento de reemplazo", no era una alternativa modesta, sino de una celebración plena, alegre y significativa que irradiaba esperanza.

Yochanan Samuels, CEO de Shalva, enfatizó:

"Especialmente cuando todo a nuestro alrededor es tan inestable, es nuestro deber recordar a aquellos que son fácilmente olvidados.
Nuestros hijos no fueron olvidados, ni en tiempos de paz ni en tiempos de guerra. Esta celebración de bar y bat mitzvah es nuestra forma de decir: incluso en los momentos más difíciles, hay luz, esperanza y alegría, y estos niños se lo merecen todo".

Samuels, fundador y presidente de Shalva, agregó con sincera emoción:

"En Shalva, creemos que todos los niños, sin excepción, merecen su momento en el centro de atención, rodeados de amor.
Esta celebración fue más que un evento; Era una declaración.
Vemos a cada niño, creemos en ellos y celebramos quiénes son. Especialmente en tiempos difíciles, es nuestro privilegio ofrecer alegría pura, del tipo que llena los corazones y nos da a todos la fuerza para seguir adelante".

El evento fue la culminación de meses de preparación detallada: coordinación logística, arreglos médicos, adaptaciones de accesibilidad, atuendos personalizados, fotografía profesional, transporte, música en vivo y todo lo demás.

Algunos de los niños usan sillas de ruedas, otros requieren asistencia cercana, pero Shalva se aseguró de que ningún desafío se interpusiera en el camino de la alegría.

Yehonatan Avraham, director de los programas vespertinos de Shalva, compartió:

"No hacemos concesiones cuando se trata de nuestros hijos. Este evento no se trataba de si era "agradable tenerlo", sino que era esencial tenerlo.
Cada detalle fue pensado cuidadosamente. Era nuestra manera de mostrarles lo mucho que importan. Y a pesar de todos los obstáculos, nada nos iba a impedir hacerlo realidad".

Un padre, cuya hija usa una silla de ruedas, habló entre lágrimas:

"Nunca imaginamos que tendría una celebración de bat mitzvah. Desde el punto de vista logístico y emocional, parecía imposible, especialmente en estos tiempos.
Pero Shalva lo hizo realidad. Verla ahí arriba en el escenario, sonriendo y celebrada, ese es un momento al que me aferraré para siempre. Sin Shalva, simplemente no habría sucedido".

El evento contó con un lugar bellamente decorado, música, regalos personalizados, comidas festivas, sorpresas y momentos emotivos que levantaron el ánimo de todos.

Pero, sobre todo, fue un mensaje claro: "Yo pertenezco".

En los momentos más difíciles, Shalva demostró una vez más que con amor, dedicación y una creencia inquebrantable, los sueños se hacen realidad. Y lo más importante: ningun chico queda relegado.

Ynet en Español

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