martes, 19 de agosto de 2025


 
🔥🇺🇳🇵🇸 Una artificial imposición de un estado palestino solo acrecienta el peligro para Israel y los estado árabes. En este estado de cosas, Francia y UK parecen dispuestos a “incendiar” todo. Vamos con un hilo que enojará al club onírico:
1. Francia y Gran Bretaña, miembros permanentes del Consejo de Seguridad, plantean el reconocimiento de un estado palestino absolutamente falto de condiciones. Canadá, que también es una economía del G7, iría por la misma senda. Sin embargo, esto que hoy son sólo declaraciones, se encuentran con serios impedimentos de la realidad:
- La falta de condiciones a los palestinos provoca, principalmente, dos efectos: uno inmediato y que tiene que ver con la guerra logrando el endurecimiento de Hamas quien siente respaldo en los gobiernos de París o Londres y un efecto a mediano plazo y es que ignora el fundamental hecho de que el liderazgo palestino está, de facto, en una guerra civil desde 2007. Por un lado Hamas, quien inició esta guerra tras la masacre en Israel, y por el otro lado la Autoridad Palestina-Fatah que, entre otras cosas, pagan salarios a los terroristas presos o a sus familiares, en caso de ser abatidos, por cometer atentados en Israel.
- La iniciativa de Francia no cumple con un objetivo buscado por los países árabes, Estados Unidos e Israel que es la desmilitarización de Gaza y el exilio de Hamas. Esto, lejos de ser solamente un requerimiento de Jerusalem, forma parte de una declaración conjunta entre Emiratos Árabes, Egipto y Arabia Saudita. Desde Washington hasta Riad coinciden en que, bajo este estado de destrucción, Hamas plantará un semillero de radicalidad y convertirá a los restos de Gaza en una incubadora terrorista.
- La Asamblea General no crea estados y sí lo hace la política real limitados en el terreno por los intereses de seguridad de Israel. Sin el visto bueno de Jerusalem, un proyecto de estado palestino es una ilusión o una distracción política local.
- La imposibilidad de los palestinos de gestionar correctamente los miles y millones de dólares que la comunidad internacional les entregó y que dilapidaron en los túneles, las armas y la militarización de escuelas, hospitales y mezquitas.
2. Un nuevo estado fallido que se suma a la extensa lista de miembros fallidos en la Asamblea General.
Un estado que está, ineludiblemente, destinado al fracaso:
- Por la imposibilidad palestina de generar un dólar propio sin depender del bote de la ayuda internacional y mendigar en la ONU. Atención con esto.
- Por la imposibilidad palestina de crear instituciones de gobierno e instituciones adaptadas a su realidad, a su estructura social (como la de clanes dentro de Gaza).
- Por la imposibilidad palestina de garantizar la seguridad dentro de sus fronteras aún dando por probable una toma del poder por parte de la una Autoridad Palestina “renovada”. Esto último resulta altamente improbable por el propio gen de Fatah: una herencia de la OLP y del fundamentalismo teológico de Al Husseini o Al Qassam, dos ideólogos de los especímenes que salen con la bandera palestina en New York, Londres o Bruselas.
- Por la imposibilidad palestina (y el desinterés manifiesto) de purgar el sistema educativo del odio y la eliminación del judío. Sumado a que no existe una dirigencia apta para “pagar el alto precio” de un reconocimiento de Israel frente a una mayoría de la población palestina dentro y fuera de Gaza inoculada con la ideología destructiva de Hamas.
- Por el desinterés árabe que resulta inamovible desde 1948. Entonces estuvieron conformes con el Emirato de Transjordania, tras la partición de 1922, y hoy los intereses árabes no pasan por un estado palestino.
3. Frente al irresponsable mundo de los idealistas está el mundo real: la seguridad de Judea y Samaria y de la propia Autoridad Palestina depende, en enorme medida, de la colaboración de Israel. Sin esto, la Autoridad Palestina sería fácilmente fagocitada por los restos de Hamas o por la constelación de bandas armadas que funcionan en ciudades como Nablus, Tulkarem o Yenin. Incluso si Jerusalem decide congelar los ingresos fiscales de la Autoridad Palestina.
Además que un Hamas aún vivo va a reaccionar contra la Autoridad Palestina incrementando la disputa de facciones y trayendo un escenario similar como el del 2007 en Gaza.
Cierro aquí. Platear una imposición de un estado palestino es de una ingenuidad mayúscula. Es apostar a una comunidad internacional totalmente inútil para incidir de forma real sobre el terreno. Es apostar por un show en la ONU, una de las fachadas de Hamas, para intentar detener an Israel.

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