El Capitán Daniel Peretz, de Yad Binyamin, fue comandante de división y fue elogiado por su valentía durante la masacre del 7 de octubre, cuando fue asesinado por terroristas de Hamás.
El 7 de octubre, Daniel corrió inmediatamente a su tanque y luchó con valentía, salvando la vida de muchos de sus compañeros soldados, así como de civiles.
Originario de Sudáfrica, Péretz se mudó a Yad Binyamin en 2014 con el resto de su familia antes de servir en el 77.º batallón de las FDI de la 7.ª formación "Tormenta del Golán".
El padre de Daniel y presidente de World Mizrahi, el rabino Doron Peretz, describió la valentía de su hijo el 7 de octubre, así como los acontecimientos que rodearon su cautiverio, en una entrevista previa realizada con The Jerusalem Post. El 7 de octubre, Daniel corrió inmediatamente a su tanque y luchó con valentía, salvando la vida de muchos de sus compañeros soldados, así como de civiles. Finalmente, terroristas rodearon su tanque y fue tomado como rehén, según relató su padre, Doron, en una entrevista con el Post.
Héroe de las FDI asesinado el 7 de octubre descansa en Israel.
Durante tres semanas, la familia de Daniel no recibió información sobre si estaba vivo, hasta que nuevas pruebas sugirieron que había sido secuestrado y se encontraba retenido como rehén en Gaza.
La evidencia circunstancial de la ubicación de su teléfono celular, junto con otros indicios, como la sangre encontrada cerca de la ubicación de su tanque, fue suficiente para afirmar que Daniel había sido tomado como rehén.
Desde entonces, la familia Peretz no había recibido ninguna noticia sobre su bienestar hasta que las Fuerzas de Defensa de Israel les informaron de su fallecimiento en marzo de 2024.
Daniel encarnaba la esencia del judaísmo y el sionismo modernos. Criado con una fuerte adhesión tanto a la religión como al nacionalismo judío, Daniel tenía un gran alcance social que abarcaba a personas de todo el espectro de la vida judía: religiosas y seculares, israelíes y sudafricanas, así como a otras de todo el mundo.
Además de su amor por su familia, amigos y comunidad, Daniel sentía pasión por los deportes extremos.
“Se convirtió en un increíble wakeboarder, frecuentando el lago del Parque Menachem Begin en Tel Aviv. Se lanzaba de la rampa y daba una voltereta de 360 grados”, dijo el padre de Daniel en la entrevista.
La hermana de Daniel, Shira, dijo que él habría querido que ella siguiera viviendo para él, porque así era él. Celebraba la vida; siempre la disfrutaba al máximo y siempre era positivo.
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