martes, 6 de agosto de 2013
**El Dibujo Del Cursor**
Sentado frente a mi ordenador, mis manos no tocan el teclado, embobado, el
cursor, que en forma monótona, parpadea avisando que está listo a escribir.
Esperando la letra, que forme la palabra, la oración y el sentido de ella; nada
viene, la pantalla en blanco, como mi mente, esperando, como mi corazón, algún milagro, sin razón. Vacío por dentro, nada puedo escribir, porque nada hay, nada
quedó. Soy un solitario en mi vida, mi vida truncada por un amor, por un adiós,
por un querer que perdí, sin saber cuanto la quería, por creer que sin ella podía
vivir. Y hoy la realidad, me golpea con saña, con bronca y rencor, por haberla
dejado ir y quedar pagando con este castigo, por haber burlado el amor, que es sagrado, en el corazón de una mujer enamorada.
De pronto, como en una espesa neblina, veo la sombra, en la pantalla y el cursor,
que va dibujando el contorno de una cara de mujer. Ya distingo su pelo, oscuro,
sus ojos, de mirada profunda, sus labios, que al besarme me pedía perdón por
amarme tanto.
La imagen, lentamente, se fue diluyendo, mi corazón comenzó a latir con fuerza,
como queriendo salir del pecho e ir a su encuentro.
Sin pérdida de tiempo, en forma desesperada, salí de mi casa, gritando, a pleno
pulmón: ¡ Voy a tu encuentro, tu eres mi vida, yo quiero vivir !
Volvimos y apagué el ordenador…
Mario Beer-Sheva