miércoles, 7 de agosto de 2013
Europa: Cuando no se puede influir, se puede molestar
Por Boaz Bizmut (diario Israel Hayom 18/7/13) – traducido por Gabriel Ben Tasgal (Hatzad Hasheni)
Siria se desarma, Egipto se desmorona, Irán se evade, pero los asentamientos son el problema que impide que Europa duerma bien por la noche.
Es bastante vergonzoso ver cómo los grandes imperios del pasado se unen los unos a los otros para descubrir que hoy en día son sólo un faro de moralidad. Cuando no tienen la capacidad de influir, ellos eligen la segunda opción, que es la de molestar. La iniciativa estadounidense (de Kerry) se bendice, y a ella se une ésta semana una iniciativa europea saboteadora.
El complejo de inferioridad de los europeos es el que provoca que un pequeño grupo de funcionarios de Bruselas formulen un documento legal complejo, que indica que los futuros acuerdos con Israel no se aplicarán más allá de las líneas del ’67. Europa hace así una selección entre israelíes. Tel – Aviv, de acuerdo a la Comisión Europea, es el israelí bueno. Karnei Shomron (un asentamiento) es el israelí malo.
El documento fue formulado en el Departamento del Medio Oriente de la Comisión por un equipo dirigido por Christian Berger, un diplomático austríaco que durante años fue el enviado de la Unión Europea en los territorios palestinos. Allí también aprendió a ser “objetivo”.
Berger no comprende cómo es que la gran Europa no logra influir sobre el conflicto más importante del mundo. Él probablemente debe estar preguntándose cómo la U.E. da tanto dinero a la zona pero no recibe nada a cambio. “Queremos influir en vez de solamente pagar”, puede llegar a decirse. Él sólo se olvida de que Israel no sólo acepta sino que también paga por su participación en las investigaciones y los proyectos. La otra cara es que recibe dinero.
El informe de la U.E. va mucho más allá de aquella declaración de los ministros de la U.E. de 2012, en la que se basa. Los ministros de la Unión habían adoptado por entonces una postura muy abstracta. Berger le da una traducción jurídica práctica. No es de extrañar entonces que en algunas capitales europeas no se entendiese ayer por qué hay tanto alboroto en Jerusalén.
El próximo lunes se espera una reunión de Ministros de Exteriores de la Unión Europea. Países como la República Checa, los Países Bajos, Alemania, Bulgaria y Rumania podrían preguntarse si se trató de una decisión inteligente tomada paralelamente al progreso en la Iniciativa Kerry. Sin embargo, se espera que países como Suecia, Bélgica, Irlanda, Austria y España feliciten tal decisión.
Christian Berger decidió resolver el problema de la ocupación. Se le podría ofrecer que éste lunes eleve también el problema del norte de Chipre, ocupada por los turcos, y el Sahara Occidental ocupada por Marruecos, o Nagorno-Karabaj (Azerbaiyán) ocupada por Armenia o la gran Rusia que ocupa Osetia del Sur, Abjasia en Georgia y las islas Kuriles de Japón, por no hablar del gran asentamiento ruso entre Polonia y Lituania llama Kaliningrado.
Y no nos olvidamos la ocupación militar rusa de parte de la zona de Karelia. Y China que ocupa el Tíbet e Indonesia que ocupa Papúa Occidental y la Organización de los países islámicos que no reconocen la soberanía india en Cachemira. Y no hablamos aún sobre los temas que interesan mucho a la U.E.: Las Islas Malvinas (ocupadas por el Reino Unido) en conflicto con Argentina, los problemas en Nueva Caledonia (Francia), y Gran Bretaña que ocupa Gibraltar en territorio español, y los residentes de Groenlandia que desean finalmente liberarse de Dinamarca, y también la frustración marroquí por el hecho que España ocupa en su suelo dos ciudades de Marruecos, Ceuta y Melilla, como si Marruecos aún fuese española.