lunes, 11 de diciembre de 2023

  

DONANTE DE PENN AMENAZA CON RESCINDIR DONACIÓN DE U$S100 MILLONES A MENOS QUE SEA EXPULSADA LA PRESIDENTA
La advertencia, del financista Ross Stevens, llega cuando un panel del Congreso anuncia investigación de antisemitismo en Penn, MIT, y Harvard.
Por Melissa Korn y Joseph de Avila
7 de diciembre del 2023
TRADUCIDO Marcela Lubczanski

La agitación que esta envolviendo a la presidente de la Universidad de Pennsylvania por su manejo del antisemitismo en el campus se intensificó el jueves cuando un importante benefactor amenazo con retirar una donación de u$s100 millones.

La advertencia llegó cuando un panel del Congreso abrió una investigacion sobre cómo es abordado el acoso a estudiantes judíos en Penn, tanto como en la Universidad de Harvard y el Massachusetts Institute of Technology.

Ross Stevens, fundador y CEO en Stone Ridge Holdings Group, una empresa de servicios financieros, informó a Penn en una carta que el cancelarla u$s100 millones de acciones de Stone Ridge mantenidas por la universidad si ésta no remplazaba a la presidenta Liz Magill.

La carta fue enviada horas después que algunos miembros de la junta se reunieron virtualmente para discutir la controversia actual que involucra a la presidenta. No hubo ninguna votación formal, pero los asistentes fueron abrumadoramente solidarios con Magill, de acuerdo con una persona que asistió. 

La critica a Magill por parte de los políticos, grupos de defensa judíos, y algunos egresados y donantes creció esta semana después que ella y los presidentes de Harvard y el MIT no dijeron 'sí de forma inequívoca durante una audiencia en el Congreso el martes ante una pregunta sobre si pedir el genocidio del pueblo judío violaría las políticas de la escuela.

Sus respuestas atrajeron reacción generalizada. Magill buscó dar marcha atrás en sus comentarios en una declaración en video el miércoles por la noche, pero eso pareció hacer poco por calmar el furor. El Comité en Educación y Fuerza Laboral de la Cámara dijo el jueves que abriría una investigación de cómo las tres escuelas han manejado el acoso a estudiantes judíos y la disciplina para amenazas antisemitas.

La investigación del Congreso y la demanda del donante amenazan intensificar una situación ya difícil para las universidades, las que han sido excoriadas en sus intentos por equilibrar las protecciones de la libertad de expresión y las preocupaciones por la seguridad de los estudiantes desde que Hamas atacó a Israel el 7 de octubre. Los líderes escolares en todo el país se han encontrado devastados entre servir como árbitros morales e intentar la neutralidad.

Stevens, un graduado de Penn en 1991, donó acciones ahora por un valor de u$s100 millones para financiar el Centro Stevens para Innovación en Finanzas en la Escuela Wharton de la Universidad, según la carta que envió su empresa a la escuela el jueves. La donación fue hecha en el año 2017.

Stone Ridge tiene fundamentos para cancelar las acciones basado en el reciente testimonio ante el Congreso de Magill, decía la carta. La empresa tiene el arbitrio para cancelar las acciones si Penn se involucra en conducta que es materialmente injuriosa para el negocio, reputación, carácter o posición de Stone Ridge, decía la carta.

Durante su testimonio el martes ante el Comité en Educación y Fuerza Laboral de la Cámara, cuando se preguntó a Magill si llamar al genocidio de estudiantes judíos violaría las políticas de la escuela, ella dijo que dependía del contexto.

“El Sr. Stevens y Stone Ridge están horrorizados por la postura de la Universidad sobre el antisemitismo en el campus,” decía la carta. “Su enfoque permisivo del discurso de odio llamando a la violencia contra los judíos y la actitud de dejar hacer hacia el acoso y discriminación contra los estudiantes judíos violaría cualquier política o norma que prohíbe el acoso y discriminación basados en la religión, incluidas las de Stone Ridge.”

Stevens está abierto a discutir el tema con Penn si la universidad remplaza a Magill, decía la carta.

Un portavoz de Penn dijo que la escuela no comenta sobre las decisiones personales de sus donantes.

Si bien algunos presidentes de universidades sólo se encontraron en la silla caliente después de emitir sus primeras declaraciones a raíz de los ataques de Hamas del 7 de octubre, ha estado acumulándose la presión sobre Magill por un período más largo. En septiembre tuvo lugar un festival literario palestino en el campus de la escuela, y los críticos dijeron que la lista de invitados, y la decisión de la administración de permitir que prosiga el evento, mostraron que la universidad era tolerante con el antisemitismo.

Los fiduciarios que se reunieron virtualmente el jueves a la mañana discutieron la necesidad que la junta exprese más claramente y más rápidamente los valores de la universidad, y que su deber fiduciario es para la institución más que para cualquier individuo, según una persona entre los asistentes.

El comité ejecutivo de la junta tenia una reunión agendada normalmente en el calendario para el jueves. La agenda no incluía ninguna resolución para votar, así que ellos se reunieron para almorzar en su lugar, dijo una persona familiarizada con el tema.

Otros donantes de Penn, aparte de Stevens, se rebelaron anteriormente en el otoño, pero dijeron que no darían donaciones futuras, no que rescindirían las existentes. Marc Rowan, CEO de Apollo Global Management, ha donado más de u$s50 millones a Penn y dijo que no daría más a menos que Magill y el presidente de la junta, Scott Bok, dieran un paso al costado. Jon Huntsman Jr. envió una carta a Magill en octubre diciendo que su familia ha detenido las contribuciones. Y el magnate de la cosmética Ronald S. Lauder envió una carta diciendo que está reconsiderando donaciones futuras.

También el jueves, el comité de la Cámara dijo que su investigación de cómo Harvard, el MIT y Penn han manejado el acoso contra estudiantes judíos incluiría solicitudes de documentos relacionados con las políticas y registros disciplinarios de las escuelas.

La representante Virginia Foxx (R., N.C.), presidenta del comité, dijo que el ataque a estudiantes judíos no está limitado a Harvard, el MIT y Penn, y que otras universidades deberían esperar investigaciones también. "Su letanía de fracasos similares no ha pasado inadvertida,” dijo ella.

El MIT dijo que la escuela “rechaza el antisemitismo en todas sus formas” y abordará las preguntas del comité del Congreso. El comité ejecutivo de la Corporación MIT, la junta gobernante de la universidad, dijo el jueves que la presidente Sally Kornbluth ha hecho excelente trabajo encarando el antisemitismo y tiene su pleno apoyo.

Harvard dijo que su trabajo para combatir el antisemitismo está avanzando “con el más alto compromiso y atención” de los lideres de la universidad y que la escuela espera con ansia compartir su información con el comité.

Penn dijo que estaba al tanto de la investigación y cooperaria plenamente.

El miércoles, el gobernador de Pennsylvania, Josh Shapiro, aplicó presión sobre el liderazgo de Penn, llamando "absolutamente vergonzoso" al testimonio de Magill e instando a la junta de la escuela a reunirse enseguida para discutir la suerte de ella en la institución. Shapiro es un miembro sin voto de la junta de Penn.

En la declaración de video que hizo el miércoles en un intento por aclarar su testimonio ante el Congreso, Magill trazó una distinción entre las políticas de la escuela y sus opiniones.

“En ese momento, yo estaba enfocada en las políticas de larga data de nuestra universidad alineadas con la Constitución de los Estados Unidos, la cual dice que el discurso solo no es punible,” dijo Magill en el mensaje de video. “Yo no estaba enfocada en, pero debí haberlo estado, el hecho irrefutable que un llamado al genocidio de personas judías es un llamado a alguna de la violencia más terrible que pueden perpetrar los seres humanos.”

Magill dijo que los llamados al genocidio de personas judías serian considerados acoso e intimidación en su opinión.

“Un llamado al genocidio de gente judía es amenazante, profundamente,” dijo Magill en el video. “Está dirigido intencionalmente a aterrorizar a la gente que ha sido sometida a pogromos y odio durante siglos y fueron las victimas de genocidio masivo en el Holocausto.”

Ella dijo que Penn evaluaría de inmediato y aclararía las políticas de la universidad sobre este tema.

El Departamento de Educación está investigando si Penn y Harvard—tanto como más de una docena de otros colegios y universidades—violaron las leyes de derechos civiles respecto al acoso basado en raza y religión desde los ataques del 7 de octubre de Hamas contra Israel.

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