jueves, 1 de agosto de 2024

DEL WSJ

 



AL BORDE DE LA GUERRA, HEZBOLA ESTA ENVALENTONADO EN UN LIBANO PARALIZADO
Los opositores locales del grupo están tranquilos mientras éste toma una postura confrontativa popular contra Israel.TRADUCIDO POR Marcela Lubczanski
Por Omar Abdel-Baqui, y Adam Chamseddine
Julio 29, 2024

BEIRUT—Ahed Bahar creció odiando a los grupos militantes musulmanes chiíes que asesinaron a su padre durante la guerra civil de Líbano. Un musulmán suní que vive en un enclave de refugiados palestinos en las afueras de Beirut, Bahar ahora cuelga el cartel de los militantes chiíes más poderosos, Hezbola, y su principal sostén estatal, Irán.
La razón: la batalla de Hezbola con Israel en lo que se anuncia como solidaridad con los palestinos durante la guerra en Gaza.
“Los chiíes están luchando por la causa palestina, mientras que los líderes suníes a lo largo del Medio Oriente no están haciendo nada," dijo Bahar.
Durante años, Hezbola construyó poder político y militar en Líbano por sobre las objeciones de muchos de los musulmanes suníes, cristianos, drusos y otros grupos étnicos del país. Ahora, después que el colapso financiero de Líbano anunció años de inestabilidad política, el grupo designado terrorista por Estados Unidos está reuniendo apoyo a su postura confrontativa hacia Israel—aun cuando el combate corre el riesgo de una guerra total que toda gran facción en el país fracturado dice que quiere evitar desesperadamente.
El ataque con cohete del fin de semana contra un poblado de mayoría drusa en los Altos del Golán controlados por Israel que asesinó a 12 niños muestra cuán fácilmente el país podría ser arrastrado más cerca de una guerra. Los asesinatos encendieron una tormenta de fuego en Israel y demandas internas de una fuerte represalia, mientras diplomáticos liderados por Estados Unidos se apresuraron a descabezar una nueva espiral de conflicto.
Israel y Estados Unidos han acusado a Hezbola de llevar a cabo el ataque del sábado. Hezbola dijo que no tenía nada que ver con las muertes pero se había jactado de conducir una docena de ataques contra objetivos militares israelíes ese día, incluyendo en esa zona.
Hezbola tiene la milicia no estatal mejor armada del mundo y es por lejos la fuerza más poderosa en Líbano, más grande y más experimentada que el ejército real del país financiado por Estados Unidos. Detenta bancas en el Parlamento del país y controla porciones de territorio libanés, donde está efectivamente a cargo de la seguridad y servicios sociales. Y Hezbola ahora tiene menos restricciones políticas internas, ya que muchos libaneses arrojan su ira hacia Israel y su guerra en Gaza.
“Ahora no hay ninguna oposición real al movimiento Hezbola en Líbano," dijo Fares Souaid, ex jefe de la Alianza 14 de Marzo, una coalición política desaparecida que incluía a muchos partidos cristianos y suníes opuestos al grupo.
Los libaneses están constantemente al tanto del riesgo de otra guerra en su pequeño país, el cual ha visto combate frecuente durante los últimos 50 años. Los agujeros de bala dejan cicatrices en los edificios en Beirut, un recordatorio de los conflictos pasados de Líbano. Aviones del ejército israelí surgiendo sobre las cabezas advierten de un nuevo enfrentamiento que podría estallar en cualquier momento.
El apoyo al enfoque confrontativo de Hezbola podría disolverse en una guerra. La mayoría de los cristianos y musulmanes suníes libaneses no confían plenamente en el grupo o piensan que su participación en la política regional sea buena para el mundo árabe, de acuerdo con una encuesta llevada a cabo entre febrero y abril por el centro de investigación Barómetro Arabe. Un conflicto más destructivo con Israel probablemente profundizaría esas divisiones y podría dejar a muchos chiíes enojados con Hezbola por arrastrarlos dentro de una guerra innecesaria.
Tanto Israel como Hezbola dicen que quieren evitar una guerra. Aun así, es un riesgo constante con sus intercambios diarios de disparos, mientras cada parte realiza ataques más provocativos y cuando Israel se encuentra bajo fuerte presión interna para eliminar las amenazas para sus poblados norteños.
Hezbola comenzó a arrojar cohetes a través de la frontera después de los ataques del 7 de octubre liderados por Hamas contra el sur de Israel—que dejó alrededor de 1,200 personas muertas y tomó rehenes a 250 personas, de acuerdo con las autoridades israelíes—diciendo que estaba ayudando a defender a los palestinos en Gaza. Esa posición es popular en Líbano, incluso entre los musulmanes suníes que de otra forma estarían en polos opuestos con los chiíes de Hezbola.
La mayoría de los palestinos son musulmanes suníes, y Hamas, un grupo terrorista alineado con Hezbola y también respaldado por Irán, es un grupo islámico suní.
Los funcionarios de Hezbola dicen que sus operaciones militares tienen la intención de presionar a Israel para que entre en un acuerdo de cese del fuego en la Franja de Gaza. El grupo también quiere disuadir a Israel de operar en Líbano y obtener el retorno de tierra capturada por Israel en conflictos previos que dice pertenecen a Líbano.
Los ataques de toma y daca del grupo con Israel han seguido una lógica amplia. La mayoría de los disparos son intercambiados dentro de una banda estrecha de objetivos a cada lado de la frontera. Cuando Israel mata a un miembro importante del grupo—ha matado a más de 300 agentes de Hezbola desde el 7 de octubre—Hezbola responde con ataques más profundos, misiles más grandes o nuevas tecnologías, tales como un dron que dispara misiles. También ha burlado públicamente a Israel mostrando públicamente imágenes de drones de vigilancia de bases militares y objetivos en ciudades tales como Haifa en el norte de Israel.
Dos comandantes de campo de Hezbola dijeron que durante meses el grupo terrorista retiró a muchas tropas de base de la frontera sureña de Líbano, y rotó dentro fuerzas especializadas entrenadas para operaciones más quirúrgicas. La idea era conducir ataques sin encender una guerra a gran escala, dijeron los comandantes.
Con la excepción del ataque contra la cancha de fútbol, ambas partes han evitado el ataque pesado a los centros de población y crear grandes números de bajas civiles. Israel no ha atacado al liderazgo más alto de Hezbola. El riesgo es que una parte o la otra podrían calcular mal e iniciar una conflagración más grande.
“No estamos en favor de una guerra a gran escala por muchas razones,” dijo Ibrahim Mousawi, miembro del parlamento libanés que representa a Hezbola. “Pero si los israelíes hacen algo que necesite una respuesta, Hezbola ha hecho todos los preparativos necesarios para tal guerra."
Una guerra entre Israel y Hezbola crearía niveles de daño y víctimas civiles en ambos países, dijo Jonathan Conricus, un ex oficial israelí que fue comandante de combate en Líbano y, anteriormente en esta guerra, un portavoz del ejército.
Hezbola probablemente desbordaría las defensas aéreas israelíes y atacaría infraestructura crucial tal como puertos y plantas de energía mientras también intenta incursiones terrestres. Israel sería atacada por miles de cohetes diarios y cientos de personas serían asesinadas, dijo Conricus.
Israel probablemente usaría armamento pesado, incluidas bombas de precisión pero también armas menos precisas tales como artillería para empujar a Hezbola de la línea del frente, y enviaría tropas terrestres dentro del sur de Líbano, dijo Conricus, quien es ahora un miembro principal en la Fundación para la Defensa de las Democracias, una think tank con sede en Washington que promueve las relaciones con Israel.
El ministro de defensa israelí Yoav Gallant, quien abogó por atacar a Hezbola temprano en la guerra, dijo a The Wall Street Journal que si es necesario, el ejército podría "copiar y pegar" la destrucción que ha llevado a Gaza a Beirut. Gallant también señaló al ataque de Israel de mediados de julio que puso en llamas un puerto yemenita como una advertencia a los enemigos en otras partes en la región.
Mucho del sur de Líbano ya se siente como una zona de guerra. Los ataques israelíes casi diarios han desplazado a unos 100,000 civiles, causaron serios daños a las casas e infraestructura.
Decenas de miles de israelíes han sido también desplazados del norte de Israel debido al combate, el cual ha destruido algunos poblados. Al menos 20 soldados israelíes y 11 civiles han resultado asesinados para el 22 de julio, de acuerdo con el Centro de Investigación y Educación Alma, una organización sin fines de lucro que se enfoca en las amenazas sobre la frontera norteña de Israel.
Hezbola surgió en la década de 1980 durante la guerra civil libanesa y una invasión israelí que llevó a una ocupación de muchos años. El grupo ha llamado a la destrucción de Israel y ha combatido al estado desde su fundación. Internamente, Hezbola ha defendido a los chiíes históricamente marginalizados y ha proporcionado servicios sociales descuidados por un gobierno central visto como corrupto e ineficaz, particularmente durante la contínua crisis económica.
Con la ayuda de Irán, el grupo ha aumentado significativamente sus capacidades militares en las últimas dos décaddas, levantando un ejército de unos 100,000 combatientes, acumulando un arsenal de 150,000 cohetes y misiles y unos 2,500 drones y construyendo fortificaciones y túneles extensos junto a la frontera con Israel.
Ahora tiene la fuerza de un ejército estatal de tamaño mediano, militarmente superior a las fuerzas armadas oficiales libanesas, dijo un ex general del ejército libanés. "Estamos careciendo de todo," dijo el ex general acerca del ejército libanés. "Somos una fuerza policial."
Si bien algunos grupos cristianos libaneses han llamado a formar un estado separado libre de Hezbola, otros respaldan al grupo como una poderosa fuerza armada con una historia de combatir a los extremistas anti-cristianos tales como el Estado Islámico. Y Hezbola, y por extensión Irán, ha ganado sobre muchos suníes por su rol como abanderado de la causa palestina.
“Irán está buscando incrementar su influencia a través de Hezbola. Ellos no pueden promover un proyecto persa en el mundo árabe, y no pueden promover un proyecto chií en el mundo suní," dijo Samy Gemayel, el jefe de un partido históricamente cristiano opuesto a Hezbola y nieto de un líder miliciano cristiano alineado con Israel que se convirtió en presidente electo de Líbano antes de ser asesinado en 1982. ”Pero ellos pueden promover a Irán estableciéndolo como el principal defensor del pueblo palestino, que es una causa importante para muchas personas en la región."
Gemayal dijo que piensa que esta ronda del conflicto entre Hezbola e Israel probablemente terminará con una solución negociada, ya que la guerra a gran escala no beneficiaría a ninguna parte.
“Pero Líbano debería estar sentado en la mesa de negociación. No hay nadie defendiendo los intereses de Líbano, los que son diferentes de los de Hezbola e Israel," dijo. "Como libaneses no estamos en control de nuestro propio destino."

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