La historia de Jiri Bader, un niño cuya vida fue trágicamente interrumpida durante el Holocausto, es una que resuena profundamente. En enero de 1943, justo antes de cumplir 13 años, Jiri escribió acerca de ser forzado a un futuro desconocido. Él y su familia fueron llevados al ghetto de Terezin, donde el Bar Mitzvah de Jiri, destinado a ser un hito alegre, fue marcado silenciosamente bajo vigilancia.A pesar de las oscuras circunstancias, la familia de Jiri y amigos le dieron preciosos regalos: un tallit cosido de sobras, una cartera hecha a mano y un álbum ilustrado a mano por Max Placek, capturando recuerdos y sueños. Trágicamente, seis meses después, Jiri y su padre fueron deportados a Auschwitz y no sobrevivieron. Su madre y hermana, Vera, lo hicieron, y Vera más tarde aseguró que la memoria de Jiri viviera donando su álbum y otros recuerdos a Yad Vashem.La historia de Jiri es un testimonio de amor, resistencia y luz que nunca se puede extinguir, incluso en los tiempos más oscuros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.