domingo, 15 de junio de 2025

de SP!KED

 IRAN ES TODO LO QUE ACUSA A ISRAEL DE SER

Este estado beligerante, genocida canalla, ha aterrorizado al Medio Oriente y a su propio pueblo durante demasiado tiempo.

Por Tim Black
Junio 13, 2025
traducida por Marcela Lubczanski
Durante décadas, un estado agresivo y cuasi-imperial ha estado en el centro del conflicto en el Medio Oriente. Ha antagonizado constantemente con sus vecinos y en algunos casos amenazó su existencia misma. Y a través de sus agentes militares en las sombras, ha buscado imponer su voluntad sobre aliados y enemigos por igual.

Ese estado es la República Islámica de Irán. Es todo lo que los izquierdistas burgueses del Occidente imaginan que es Israel. Tiene un gobierno genuinamente 'canalla' y de extrema derecha. Un régimen que, a través de su infame Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y fuerzas satélites fuertemente armadas, ha buscado proyectar su poder e influencia a lo largo del Medio Oriente. A diferencia de Israel, incluso tiene un objetivo genuinamente genocida – a saber, la erradicación del estado judío, o la 'entidad sionista' para utilizar la misma jerga de sus líderes. Como lo dijo en el año 2020 su líder supremo, el ayatola Ali Khamenei, Israel es un ‘tumor canceroso’ que ‘indudablemente será erradicado y destruido’.
Ese es el motivo por el que la perspectiva de la República Islámica desarrollando armas nucleares siempre ha aterrorizado a los líderes de Israel. Porque para un régimen comprometido ideológicamente con la destrucción de Israel, las armas nucleares son mucho más que una disuasión – son un medio para un final aniquilador de los judíos.

Y ese es el motivo por el cual, temprano en la mañana del viernes, las Fuerzas de Defensa de Israel llevaron a cabo ataques aéreos letales contra las instalaciones nucleares iraníes, científicos centrales para los planes atómicos de Irán y varios altos generales. Porque el liderazgo de Israel estaba preocupado con razón porque Irán pronto estaría en posesión de sus propias ojivas nucleares.
De hecho, el jueves, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que monitorea a los firmantes del Tratado de No Proliferación Nuclear, falló que Irán había violado sus obligaciones del tratado. Afirma que Irán ha acumulado 400 kilos de uranio altamente enriquecido, el cual es ideal para uso militar. Al cabo de horas del anuncio de la AIEA, Israel había iniciado una operación diseñada, en las palabras del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, a contrarrestar ‘la amenaza iraní para la supervivencia misma de Israel’.
Realmente no tenía que ser así. De hecho, es apenas en las décadas recientes que Irán ha presentado, como lo dice Netanyahu, ‘una amenaza para la supervivencia de Israel’. De hecho, después de la fundación de Israel en 1948, Irán bajo el mandato del Shah tenía en realidad una relación cordial con el incipiente estado judío. Irán era visto por Israel como un mediador regional, a veces incluso como un aliado. Y viceversa – el novelista iraní y crítico del Occidente, Jalal Al-e Ahmad, visitó Israel en 1963 y posteriormente elogió el espíritu colectivista del Sionismo.
Así, mientras la violencia antisemita arreciaba en naciones árabes como Egipto, Irak, Libia y Siria durante las décadas de 1950 y 1960, no hubo ningún pogrom o purga en Irán. Si bien un estimado de 60,000 judíos iraníes partieron hacia Israel durante sus primeras tres décadas de existencia, para 1978, había aun una comunidad judía de 85,000 integrantes prosperando dentro de Irán. Constituía quizás la población judía más grande en el Medio Oriente fuera de Israel.

Pero todo eso cambió en 1979, con la Revolución Iraní y el ascenso final del ayatola Khomeini y su camarilla islamista. Con la fundación de la República Islámica, la relación de Irán hacia Israel se volvió marcadamente hostil casi entre gallos y madrugadas. Sus líderes islámicos, ardiendo en fanatismo antisemita, convirtieron efectivamente la destrucción de Israel en una razón de ser, e hicieron la vida dentro de Irán casi intolerable para su población judía. Apenas 9,000 judíos viven allí hoy.
A pesar de la elección ocasional de presidentes llamados reformistas, la animosidad de Irán hacia Israel no sólo se ha intensificado en las últimas décadas. En las palabras del negador del Holocausto, Mahmoud Ahmadinejad, presidente entre los años 2005 y 2013, la ‘entidad sionista’ iba a ser 'borrada de las páginas de la historia’.

Estas siempre han sido más que meras palabras. Durante 40 años, Irán cultivó una red temible de satélites regionales. Estas milicias islámicas grandes y poderosas pueden haber tenido sus propias causas locales, particulares, pero su objetivo superador bajo la égida de Irán fue la destrucción de Israel. Y fueron respaldados en sus emprendimientos por el poderío militar del régimen islámico, incluida su propia fuerza de protección militar de 200,000 integrantes, la Guardia Revolucionaria.
En el sur de Israel, el 7 de octubre del 2023, la influencia maligna y regional de los gobernantes teocráticos de Irán fue expuesta al mundo. Su satélites, Hamas, cruzó desde Gaza y llevó a cabo el peor acto de masacre antisemita desde el Holocausto. Y, cuando empezó la guerra entre Israel y Hamas, otros satélites iraníes comenzaron a atacar, desde Hezbola en Líbano, a los hutíes en Yemen y milicias más chicas selectas en Siria e Irak. Entonces, en octubre del año pasado, el mismo Irán atacó, lanzando cerca de 200 misiles balísticos camino a Israel.

Lo que hemos visto desarrollarse en el Medio Oriente durante los últimos 20 mese ha sido, en muchas formas, la culminación de la campaña de largo tiempo de la República Islámica contra Israel. Esto siempre ha sido más que una guerra entre Israel y Hamas. Es la guerra de supervivencia de Israel frente a una acometida islámica liderada y respaldada por Irán.

Al mismo tiempo, los últimos 20 meses han expuesto algo más, también. No sólo la guerra en las sombras del régimen iraní contra Israel, sino también la debilidad del régimen iraní. Las fuerzas satélites que Irán ha estado usando contra Israel, desde el propio Hamas a Hezbola, han sido diezmadas. El régimen de Assad respaldado por Irán en Siria se ha desmoronado. Y el propio Irán ha sido degradado militarmente. De hecho, la destrucción de las defensas aéreas de Irán por parte de Israel durante los ataques en represalia en octubre pasado, aparentemente hicieron posible el ataque aéreo de esta semana.

Pero la debilidad del régimen iraní no es meramente militar – es también política. En el contexto de una economía en colapso, niveles de desempleo siempre crecientes y un estado represivo e iliberal, muchos iraníes se están poniendo más inquietos. Vimos protestas a gran escala contra el régimen en el 2019, con los manifestantes cantando 'Muerte al dictador' al ayatola Ali Khamenei, y pidiendo un fin a la República Islámica. Y hemos visto también muestras repetidas de resistencia valerosa por parte de mujeres opuestas a la ley del hijab obligatorio, especialmente después del asesinato de Mahsa Amini por parte de la policía de la moralidad en el año 2022.
Lo más importante de todo, la guerra del régimen iraní contra Israel simplemente no cuenta con grandes cantidades de apoyo público. Los iraníes quieren empleos, inversión. No quieren un régimen teocrático apoyando milicias antisemitas con dinero que podría ser usado para abordar los problemas internos crónicos. De hecho, ha estado diciendo que, durante los últimos 20 meses, la mayoría de los iraníes han mostrado poco entusiasmo por los conflictos en Gaza y Líbano. Ha habido unas pocas protestas contra Israel, con poca gente, preparadas en Teherán desde que empezó la guerra, pero han involucrado como máximo a unos pocos miles de personas.
Como destaca un analista, las protestas recientes genuinamente populares dentro de Irán muestran el canto revelador, ‘¡Ni Gaza ni Líbano, mi vida por Irán!’. Los iraníes están pidiendo una vida mejor, no ‘Muerte a Estados Unidos’ y leyes de hijab. Posiblemente hay muchos más partidarios de Hamas en los campus universitarios occidentales que en la nación-estado que realmente financia a esos lunáticos genocidas.
Sin dudas, el ataque de Israel contra la República Islámica movilizará a más iraníes en apoyo de su nación, si no del propio régimen. Pero esta sigue siendo una teocracia cada vez más impopular.
Esto podría hacer aun más peligrosa la guerra que ahora se está desarrollando. Una República Islámica asediada, atacada y humillada militarmente por la ‘entidad sionista’, tiene que responder. Eso podría involucrar un bombardeo de misiles y drones contra Israel que eclipse la salva del año pasado. O algo aun más drástico. Es también crucial que los halcones de la guerra del Occidente, quienes han estado deseando el conflicto directo con Irán durante décadas, no obtengan lo que desean. Si este régimen espantoso va a caer, debería ser derrocado desde adentro, por el pueblo.
De cualquier forma, no deberíamos derramar lágrimas por los miserables teócratas al mando de la República Islámica. Ellos han ocupado durante demasiado tiempo la casa de esta gran civilización. Cuanto antes se vaya la República Islámica, y sean liberados los iraníes, mejor.
Tim Black es editor asociado de Sp!ked.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.