domingo, 22 de junio de 2025

DEL JERUSALEM POST

 EL ENEMIGO LETAL INVISIBLE DE LOS IMPACTOS DE MISILES: ¿QUE ES LA ONDA EXPANSIVA?

La explosión, que se mueve a velocidades supersónicas, puede quebrar huesos, desgarrar órganos internos, y causar heridas incluso sin ningún contacto físico con el misil mismo.

Por el Dr. Itay Gal
Junio 18, 2025
traducida por Marcela Lubczanski
Luego de los ataques con misiles de Irán y el daño generalizado en Israel durante los últimos días, ha aumentado el interés del público en torno a uno de los componentes más destructivo de un ataque con misil: la onda expansiva.
Aunque muchos imaginan el peligro principal como una explosión o la penetración de metralla, en verdd es la onda expansiva la que es responsable por algunas de las heridas más serias, incluso en casos donde no hay impacto directo.
La onda expansiva es un fenómeno físico brutal, invisible pero muy palpable en el cuerpo humano. ¿Qué es exactamente la onda expansiva, cómo es creada, cómo afecta al cuerpo, y qué puede hacerse para defenderse contra ella?
Cuando un misil, cohete o bomba explota, ya sea en el aire o en el terreno, es liberada una enorme cantidad de energía en un abrir y cerrar de ojos. Esta energía empuja el aire circundante con fuerza inmensa, creando una ola de presión que se expande en todas las direcciones. Esta ola, que se mueve a una velocidad aun mayor que la velocidad del sonido, es llamada la onda expansiva.
A diferencia de la metralla, la onda expansiva no es un objeto sólido. Es una onda de aire altamente comprimido, con una densidad y presión mucho más elevada de lo normal. Esa onda se mueve a una velocidad enorme, a veces más de 2,000 kph, e impacta todo a su paso: personas, edificios, vehículos, árboles, e incluso la tierra.
Como el aire mismo se está moviendo, no es necesario ningún contacto físico con el metal o material explosivo del misil; es suficiente con estar dentro de una cierta distancia de la explosión, y la onda expansiva puede ya causar daño serio.
La onda se expande rápidamente en círculos concéntricos alrededor del epicentro de la explosión, debilitándose a medida que se mueve más lejos. Cuanto más cercana la explosión, mayor la presión, llegando a veces decenas o cientos de veces más grande que las presiones atmosféricas normales. Esta presión intensa fuerza repentinamente el ingreso de aire en las aberturas del cuerpo, tales como oídos, nariz, boca y pulmones, causando cambios extremos en la presión interna de los órganos.
Heridas que pueden ocurrir a partir de una onda expansiva
Las heridas de una onda expansiva pueden ocurrir en muchas formas. Una de las heridas más comunes es la ruptura del tímpano, acompañada a menudo de tinnitus, mareos, o pérdida auditiva temporal o permanente.

Las presiones más elevadas pueden desgarrar los tejidos pulmonares, causar sangrado interno, colapso pulmonar, y resultar en heridas en el abdomen o intestinos. De hecho, aun si la persona parece ilesa externamente, la onda expansiva puede haber causado una herida interna con riesgo para la vida. Por lo tanto, cualquiera expuesto a una explosión poderosa debe pasar por un examen médico.

Las víctimas de ondas expansivas son clasificadas en medicina en cuatro niveles: La lesión primaria es el impacto directo de la tremenda presión de la onda expansiva. La lesión secundaria es causada por el impacto de la metralla u objetos propulsados por la explosión. La lesión terciaria resulta de que la persona sea arrojada contra una pared, el piso o un objeto duro debido a la onda expansiva. La cuarta categoría de lesiones incluye todas las otras causas, tales como quemaduras, inhalación de humo, reacciones psicológicas, y heridas a órganos distantes.

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