UNA PAUSA EN LAS SANCIONES CONTRA IRAN MUERE SILENCIOSAMENTE
La presión está de regreso, pero necesita intensificarse para que Teherán acepte un acuerdo nuclear que valga la pena.
Por la Junta Editorial
Junio 6, 2025
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Es destacable lo que puede hacer un poco de luz del sol. El lunes estas páginas informaron que la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, trabajando con el nuevo Consejo de Seguridad Nacional, había ordenado a los Departamentos del Tesoro y de Estado que pausen toda la actividad de nuevas sanciones contra Irán. La noticia no le cayó bien al Presidente Trump, y el martes escuchamos que la pausa había sido levantada.
El viernes la administración lo confirmó emitiendo nuevas sanciones contra Irán, las primeras desde el 21 de mayo. El Departamento del Tesoro designó a 10 individuos y 27 entidades de Irán, China, Hong Kong y los Emiratos Arabes Unidos que dice estuvieron involucrados en una red bancaria en las sombras lavando miles de millones de dólares para el régimen iraní. La presión, que Irán necesitará sentir para que Estados Unidos garantice un acuerdo que valga la pena, está de regreso.
La administración Trump también impuso sanciones sobre la Corte Penal Internacional el jueves. Designó a cuatro jueces que excedieron la jurisdicción de la CPI para imponer sanciones adicionales a Israel y Estados Unidos, ninguno de los cuales es parte del tratado que estableció el tribunal. Este es un paso bueno, aunque incremental. A menos que las sanciones impacten al personal profesional o al propio tribunal, la CPI esperará a que Trump se retire nuevamente sin cambio real.
La presión renovada sobre las sanciones contra Irán está haciendo una diferencia. Ya ha obligado a Irán a incrementar el descuento que ofrece a los compradores de petróleo chinos, y la cantidad de las exportaciones de petróleo de Irán cayeron en mayo, según datos preliminares de la empresa de rastreo de cargas Vortexa Ltd. Irán exportó más de 1.1 millones de barriles diarios de petróleo crudo y condensado a China, una caída de un 20% comparada con el mismo período de hace un año.
A medida que las conversaciones nucleares se aproximan a la fecha tope de dos meses del Sr. Trump para una decisión, no tiene sentido aplicar freno a las sanciones. Irán tiene que saber que a sus negociadores no se les dejará ganar tiempo. No mientras el ayatola Ali Khamenei rechaza el término estadounidense clave que Irán renuncie a su capacidad de enriquecer uranio localmente—y con ella al camino a una bomba.
Dos informes de la Agencia Internacional de Energía Atómica la semana pasada expusieron la producción por parte de Irán de uranio enriquecido más altamente y su campaña de años para engañar a los inspectores, ocultar las actividades nucleares y encubrirlas después que fue atrapado. En respuesta, los estados europeos y Estados Unidos están preparando una resolución dura para la próxima reunión del consejo de la AIEA.
Las palabras no son suficientes. Mejor atacar al ayatola en la billetera con sanciones internacionales resorte, las que fueron parte del acuerdo nuclear del 2015. Las potencias occidentales tienen hasta octubre para gatillarlas, pero para entonces podría ser demasiado tarde. Irán necesita sentir el calor ahora, para que el régimen no piense que puede proteger su economía y programa nuclear meramente asomándose en las conversaciones.
El líder supremo iraní ayatola Ali Khamenei
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