AMIGOS DE ISRAEL - CORDOBA (ARGENTINA)

 Probablemente estés familiarizado con las horribles imágenes del 7 de octubre, que muestran a dos niños pequeños en manos de terroristas de Hamas Nukhba.

Pero lo que quizás no sepas es la heroica historia de su madre.

Empecemos por el final: momentos después de esa grabación, los niños fueron secuestrados en Gaza. Unos cientos de metros más allá de la frontera, cerca de Rafah, los terroristas decidieron abandonarlos repentinamente. Una vecina que había sido secuestrada con ellos los recogió y los trajo consigo.

Los niños se llaman Negev y Eshel. Su madre, que los acompañaba en su hogar en el kibutz Holit, se llamaba Adi Vital-Kaploun. Adi fue asesinada el 7 de octubre.

Adi, ciudadana israelí-canadiense, estaba casada con Anani y era la devota madre de Negev y Eshel.

Era una mujer tranquila, modesta e inteligente. Nacida y criada en Jerusalén, desarrolló una exitosa carrera en el mundo de la informática. Obtuvo una maestría en Ingeniería Química y se graduó con honores en Estudios del Desierto, Energía Solar y Física Ambiental. También era una atleta que jugaba al baloncesto y bailaba.

El 7 de octubre, cuando terroristas se infiltraron en el kibutz, Adi estaba sola con los niños. Sacó el arma de su esposo de la caja fuerte y lo llamó para preguntarle cómo usarla. También le advirtió a su padre, que se alojaba al otro lado de la calle durante las vacaciones, que se encerrara en el refugio y no le abriera la puerta a nadie; una advertencia que le salvó la vida.

Cuando los terroristas irrumpieron en su casa, Adi participó valientemente en un tiroteo para proteger a sus hijos. Incluso logró herir a uno de los terroristas, pero finalmente fue asesinada.

Los terroristas luego colocaron trampas explosivas con granadas en su cuerpo en un intento de dañar a las fuerzas de rescate que pudieran tratar de recuperarla.

Esa noche, después de regresar de Gaza, Negev, de 4 años, le dijo a su padre que justo antes de que Adi saliera a luchar contra los terroristas, se volvió hacia sus hijos y les dijo:

"Recuerda: te amo más que a nada en el mundo".

Adi, esta valiente y brillante madre, debía celebrar su 35.º cumpleaños este verano con su hermosa familia. Sin embargo, su vida se truncó de la forma más brutal.

Ella siempre tendrá 33 años.

Nunca la olvidaremos.