Tres dientes.
Eso es todo lo que queda de su hija.
Ningún cuerpo. Ningún rostro. Nadie a quien enterrar.
Sólo tres dientes.
Una joven de 23 años con una pierna rota, que fue a una fiesta sólo para levantar el ánimo.
Dispararon un RPG contra la ambulancia donde se escondía ella, junto a otros jóvenes que intentaban escapar de la masacre.
Y eso es lo que una madre tiene que enterrar. Tres dientes.
Decir Kadish sobre fragmentos.
La masacraron como a un animal, la quemaron hasta no dejar rastro.
Sólo ADN.
Y todo esto ocurrió aquí. En Nova. En Israel.
El 7 de octubre de 2023.
En un estado soberano.
Bajo el cielo azul de una mañana de fiesta, en Shabat.
Karin no es sólo un nombre en una lista.
Era una niña a la que le encantaba reír, viajar, bailar.
Ella no regresó y nunca lo hará.
Pero este horror debemos recordarlo.
Recuerde lo que pasó, a quién le pasó y quién lo hizo.
Tres dientes.
Esa es la historia.
Que el recuerdo de Karin sea una bendición

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