jueves, 18 de septiembre de 2025

 

El legado de Charlie Kirk y las lecciones que podemos aprender de su trágico asesin@to
Charlie Kirk inspiró a una generación con su pasión y propósito.
Tras su horrendo asesin@to, ¿Cómo podemos encontrar significado y dirección con base en el ejemplo que él dejó?
Escuché por primera vez el nombre de Charlie Kirk en el 2013, durante una reunión con un prominente filántropo de California que apoyaba a Hasbara Fellowships, el programa Aish de defensa pro-Israel en los campus universitarios que yo había fundado.
“¿Te han presentado a Charlie Kirk?”, me preguntó. Negué con la cabeza. Su respuesta fue inmediata:“Es una persona excepcional. Él va a cambiar los campus universitarios para mejor”.
En ese momento, eso sonaba como la clase de predicción audaz que los donantes suelen hacer.
Pero en este caso, tenía razón, aunque ni siquiera él pudo prever hasta dónde llegaría Kirk.
Un desertor universitario de los suburbios de Chicago, Charlie Kirk no sólo influyó en los campus sino que transformó el panorama político.
Como fundador de Turning Point USA, construyó la mayor base del movimiento conservador de los Estados Unidos, movilizando y empoderando a estudiantes en los 50 estados.
Su brut@l asesinato ha dejado a muchos conmocionados.
El hombre que remodeló a una generación de activismo conservador, que encarnaba empuje, convicción y una fe inquebrantable en el futuro de los Estados Unidos, fue abatido en un acto de violencia sin sentido.
El shock aún está en carne viva.
Sin embargo, ante esta terrible pérdida, debemos analizar lo que significó su vida y lo que podemos aprender de su ejemplo.
Estas son las principales enseñanzas que creo podemos aprender de Charlie Kirk.
1. Lucha por tu causa sin demonizar a los demás
Podemos creer profundamente en nuestra causa y luchar por ella con vehemencia, sin demonizar ni marginar a quienes no estén de acuerdo con nosotros.
Es profundamente triste ver el estado del discurso político actual en los Estados Unidos (y en el mundo). Políticos, personalidades de los medios e influencers en redes sociales compiten por pintar a sus adversarios del modo más oscuro posible.
Cada bando proclama que el otro está destruyendo la nación.
Charlie Kirk representaba otra cosa: la conversación.
Era conocido por instalarse en medio de los campus y dejar que cualquiera lo desafiara en un debate.
Él ofrecía el micrófono a cualquiera que no estuviera de acuerdo con él, aunque esa persona debía estar lista para que sus ideas fueran cuestionadas. Charlie no era un ingenuo y tenía una agenda. Pero su agenda era ganar la batalla de las ideas, no demonizar a sus oponentes.
En este sentido, las tácticas de Charlie evocaban la tradición judía.
El Talmud está lleno de debates, y dos de los más famosos contendientes, Hilel y Shamai, discrepaban constantemente. Sin embargo, su objetivo siempre era llegar a la verdad, no humillar o deslegitimar al otro lado.
Podemos creer profundamente en nuestros ideales y, al mismo tiempo, mantenernos comprometidos a escuchar y respetar a los demás.
Esa es la única manera de construir nuestra sociedad.
2. Defender a Israel
Charlie Kirk convirtió el apoyo a Israel en una plataforma central de su activismo. Él hablaba con fuerza de Israel como aliado estratégico de Estados Unidos y como un faro moral en Medio Oriente.
Sin embargo, en el último año esta postura se volvió menos popular entre muchas voces conservadoras influyentes.
Atacar a Israel, e incluso traspasar la línea hacia un antisemitismo abierto, lamentablemente se ha normalizado en podcasts y redes sociales.
Charlie no aceptaba nada de eso.
Él sostenía que Israel era un aliado clave en la lucha contra los peores enemigos de Estados Unidos, lo que a su vez hacía que los estadounidenses pudieran estar más seguros.
Él creía firmemente que Israel tiene un derecho histórico a la Tierra de Israel y que actúa con moralidad al defenderse.
En una época en que a los jóvenes estadounidenses se les alimenta con mentiras odiosas sobre las supuestas “ansias de sangre” de Israel o sus intentos de arrastrar a Estados Unidos a guerras innecesarias, Charlie Kirk ofrecía otra visión, basada en la razón, el conocimiento y la pasión.
3. Defender que los ideales religiosos pueden fortalecer a la sociedad
En los primeros años de su activismo público, la religión jugaba un papel pequeño en su mensaje. Pero con el tiempo, se volvió cada vez más explícito sobre su fe y sus valores. Charlie argumentaba que Estados Unidos fue fundado sobre derechos y responsabilidades dados por Dios, y que la erosión de estas creencias fundamentales estaba alimentando muchos de los males de la nación y su creciente sensación de ir a la deriva.
El no buscaba evangelizar. Sin embargo, no tenía miedo de mostrar sus convicciones religiosas, insistiendo en que la fe no era el problema, sino la solución.
Para él, la religión ofrecía respuestas atemporales a los desafíos más profundos de la sociedad, ancladas en ideales como la autoestima, la caridad, la responsabilidad personal, la familia fuerte y la claridad moral.
4. Podemos cambiar el mundo si tenemos una misión
Adam Rubenstein elogió a Charlie Kirk en The Free Press diciendo:
“Él tenía una misión. Eso lo llenaba de significado. Y eso, por encima de todo, fue lo que convenció a innumerables jóvenes de escucharlo, de cambiar sus vidas para mejor, de defender cosas que antes se llamaban sentido común”.
El judaísmo enseña que somos responsables de hacer del mundo un lugar mejor.
Nosotros creemos que los valores y la moral del judaísmo nos dan las herramientas para resolver los problemas del mundo.
Y creemos profundamente que, si trabajamos para mejorar el mundo del Todopoderoso, Él nos ayudará a tener éxito.
Charlie Kirk vivía con esta claridad.
Sabía que era responsable de luchar por un Estados Unidos mejor y un mundo mejor.
Vertió una pasión incansable en su misión, ganándose a innumerables aliados, socios y seguidores.
Su asesin@to debería llevarnos a reflexionar sobre estas preguntas:
¿Qué nos apasiona?
¿Cuál es nuestra misión?
¿Cómo podemos cambiar el mundo?
El legado de Charlie Kirk, y la impactante manera en que su vida fue truncada, nos insta a enfrentar estas preguntas con renovada seriedad y propósito.
Que la memoria de Charlie Kirk sea una bendición, y que el impacto que dejó en todas estas áreas siga inspirando y perdurando mucho más allá de su vida física en este mundo.
Rav Elliott Mathias
Aish Latino

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