lunes, 28 de marzo de 2011

Histeria musulmana con las audiencias en el Congreso


Por Steven Emerson

Nunca en toda mi carrera en Washington me he encontrado tácticas de manipulación y fanatismo como las de los contrarios a las audiencias acerca de la radicalización islámica convocadas por el congresista Pete King. El ejemplo clásico es el titular de MSNBC.com: "Investigación abierta por el comité legislativo recuerda a muchos musulmanes a la Inquisición".

El discurso de ataque resulta ya familiar: Si King (Republicano de Long Island, NY) estuviera verdaderamente interesado en el extremismo violento, sus audiencias legislativas se centrarían en el amplio abanico de grupos que siembran el caos en América, neonazis y otros incluidos; al centrarse únicamente en el extremismo musulmán, reza el argumento, su parcialidad queda en evidencia.

Esto es completamente ridículo. Nuestro colectivo, The Investigative Project on Terrorism, publicaba hace poco un análisis de todas las condenas por terrorismo basado en las estadísticas que facilita el Departamento de Justicia. Estas estadísticas demuestran que más del 80% de todas las condenas a grupos terroristas nacionales y actos nacionales de terrorismo desde el 11 de Septiembre incluyen acusados movidos por una agenda islamista radical. Aunque los musulmanes representan menos del 1% de la población estadounidense, son los acusados en 186 de los 228 casos de las listas del Departamento de Justicia.

Las cifras confirman que hay un problema desproporcionado de militancia islámica y terrorismo entre la población musulmana estadounidense.

Esto no quiere decir, en términos porcentuales, que los musulmanes estadounidenses tiendan a ser más violentos ni más fundamentalistas. Al contrario. Los involucrados en actos de terrorismo constituyen una pequeña fracción de la población musulmana estadounidense total.

Pero tendremos que ser capaces de centrarnos en el problema muy real -- el terrorismo nacional alimentado por el fundamentalismo musulmán -- sin ser acusados de meter en el mismo saco a la población musulmana estadounidense entera.

La verdadera noticia aquí es la forma en que la dirección autoproclamada de la comunidad musulmana -- colectivos como el Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses, la Sociedad Islámica de Norteamérica o la Sociedad Musulmana Estadounidense -- es la responsable de sembrar el miedo entre la comunidad musulmana insinuando que estas audiencias van a provocar "delitos de odio" contra los musulmanes.

Esa patraña ha sido utilizada durante años por estos grupos en sus intentos de intimidar a los medios de comunicación, a los tertulianos y a los críticos del islam radical impidiéndoles analizar honestamente el papel de éstos y otros grupos en la radicalización de sus miembros dentro de la comunidad musulmana estadounidense. Los documentos que demuestran la creación de estos colectivos mediante el apoyo de la Hermandad Musulmana fueron aceptados como prueba en el juicio de la Fundación Tierra Santa de Ayuda y Desarrollo hace muchos años. En el proceso, el Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses fue descrito por un experto del FBI como un colectivo fachada de Hamás, y también fue incluido en la lista de cargos de la acusación en la sentencia de la Fundación Tierra Santa, junto a la Sociedad Islámica de Norteamérica, como colaborador necesario.

Grupos de esta naturaleza juegan de forma rutinaria la baza de la "islamofobia" y llaman la atención por hacerlo en los medios de comunicación con el fin de acallar las críticas de radicalismo islámico. De hecho, estos mismos grupos, igual que la administración Obama, se niegan categóricamente hasta a utilizar el término "islam radical" con el fin de vetar el modismo del idioma.

Los críticos han cuestionado el enfoque de King sobre una minoría religiosa. Pero en la práctica, en años anteriores, el Congreso ha celebrado numerosas audiencias examinando diversas subculturas étnicas que han causado irregularidades -- incluyendo la mafia italiana, las mafias hispanas de la droga, las bandas blancas y negras de las cárceles o los racistas blancos y los neonazis.

Los titulares acerca de que King siembra "el pánico" entre la comunidad musulmana de a pie son sandeces. El único pánico es el fomentado estratégicamente por colectivos que tienen interés en suscitar el miedo. Junto a sus aliados entre los medios de comunicación, han afirmado falsamente que: 1, hay una guerra contra el islam emprendida por Estados Unidos; y 2, que el FBI instiga en secreto el terrorismo islámico mediante el uso de infiltrados.

Son ficciones peligrosas.Diario de America

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