viernes, 10 de octubre de 2025

DEL WSJ

 LA ADVERTENCIA DEL 7 DE OCTUBRE PARA ESTADOS UNIDOS RESPECTO A CHINA

Israel se volvió complaciente, pensando que la guerra nunca llegaría. ¿Estamos haciendo lo mismo con Taiwán?

Por Mike Gallagher
Octubre 7, 2025

Las tropas de choque de Hamas cruzaron la frontera de Israel hace dos años, secuestrando, violando y matando a hombres, mujeres y niños civiles. La amarga experiencia de Israel ofrece lecciones que Estados Unidos de América debería aprender antes de nuestro propio momento de ajuste de cuentas.

Lo más importante es que la guerra hipotética puede suceder realmente. Aun si estamos intelectualmente preparados, hay un riesgo que años de paz relativa nos han arrullado dentro de una falsa sensación de seguridad. El estamento de defensa israelí nunca creyó realmente que Hamas lanzaría una invasión a gran escala. Ellos veían a Gaza como un problema crónico pero manejable—uno para los diplomáticos y oficiales de inteligencia, distante de las preocupaciones diarias de los ciudadanos. Los políticos y generales israelíes también hablaron de conflicto abierto con el eje islamista liderado por Irán muy como sus homólogos estadounidenses hablan de China y una crisis en Taiwán—la amenaza inminente y la prueba más probable, sí, pero finalmente una pregunta para mañana. Entonces el mañana llegó.

¿Estamos cayendo en la misma trampa con China? Beijing está señalando que se está preparando para la guerra, como hizo Hamas antes del 7 de octubre del 2023. China ha dicho que busca la capacidad para tomar por la fuerza Taiwán para el año 2027. Esta construyendo misiles con capacidad nuclear que pueden alcanzar cualquier parte en el planeta y está modernizando su ejército. Está acumulando materias primas. Como apunta el ex asesor adjunto en seguridad nacional Matt Pottinger, está abriendo nuevos centros de reclutamiento y aumentando su gasto militar en lo que el liderazgo del Partido Comunista Chino llama "preparativos para la guerra" con Estados Unidos.

El Partido Comunista no es Hamas. Pero los israelíes vieron desde Tel Aviv como Hamas expandió su arsenal de cohetes y puso a prueba las defensas fronterizas a plena vista. De igual manera, Estados Unidos de América y nuestros socios están observando desde Washington, Tokio y Taipei mientras China levanta una flota invasora y pone a prueba las defensas aéreas. ¿Qué más prueba necesitamos que Beijing se está preparando para el conflicto? ¿Y si asumimos que la guerra podría llegar bajo nuestra vista, que deberíamos estar haciendo de forma diferente?

Una segunda lección: La lógica económica nunca triunfará sobre el fanatismo ideológico. Israel trató de domesticar a Hamas con incentivos financieros, facilitando las transferencias de dinero catarí, emitiendo permisos de trabajo para miles de trabajadores de Gaza, e incluso suministrando electricidad gratis, sabiendo que alimentaba los túneles terroristas de Hamas. Pero un Hamas más cómodo no se moderó. Nada disuadió al grupo terrorista de sus objetivos fundamentalistas, incluso cuando Hamas desvió miles de millones destinados a los civiles—incluidos fondos de la Agencia para el Desarrollo Internacional estadounidense—para sus propios propósitos. El día uno de la guerra, Hamas prendió fuego a los cruces fronterizos que Israel había construido para facilitar el comercio y el empleo.

El comportamiento de Hamas se ajusta a un patrón. En Corea del Norte, Kim Jong Un preferiría matar de hambre a su pueblo que renunciar a sus armas nucleares. Los mulahs gobernantes de Irán gastarán miles de millones y sacrificarán su economía para mantener su aparato terrorista regional. En la Guerra Fría, la Unión Soviética invadió Afganistán y dobló la apuesta sobre la revolución global incluso mientras se beneficiaba del comercio liberalizado de la época de la distensión. 

Sin embargo muchos estadounidenses (ya sean ingenuos o motivados financieramente) todavía creen que podemos pacificar a Beijing a través del acceso al mercado. Como apunta mi colega de Palantir, Shyam Sankar, China no necesita desviar la ayuda civil para poner este acceso para el uso militar. La naturaleza de propósito doble de la base industrial significa que el consumidor estadounidense financia al combatiente de la guerra china. Sólo que nuestra elección de soborno es diferente: los déficits del comercio industrial, semiconductores avanzados, y la transferencia de capital y propiedad intelectual. Financiar a tu rival no lo convierte en tu socio; lo hace un adversario más poderoso.

Tercero, si no ejecutamos las líneas rojas, abrimos la puerta a lo impensable. Como explicó una vez un amigo israelí, cuando imprimes una línea roja en una impresora hogareña y miras de cerca, es apenas una serie de líneas rosas. Hamas trató los límites de Israel como líneas rosadas, a ser puestas a prueba con algunos cohetes aquí, "manifestaciones" en el cerco fronterizo allí, ataques terroristas esporádicos en otras partes.

Con el tiempo, los israelíes casi llegaron a hacer lo mismo. Ellos llamaron "lloviznas" a los disparos de cohetes sobre pueblos fronterizos. Cuando Hezbola instaló tiendas de campaña dentro de territorio israelí, las autoridades descartaron la medida como un tecnicismo, en cierto modo menos que una violación a gran escala de la frontera. Los israelíes se contaron a sí mismos un cuento acerca de cómo cada provocación no erosionaba la disuasión. Observando a través de un microscopio, ellos perdieron de vista el cuadro mayor.

Estados Unidos no puede permitirse adoptar el mismo esquema de pensamiento. China está probando los límites mal definidos por medio de provocaciones en el Mar del Sur de China, ciberataques e incluso coerción económica. Aviones de combate y drones rusos están poniendo a prueba los límites de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), involucrándose en guerra en zona gris en Estonia, Polonia, Rumania y tal vez Dinamarca.

La falla en responder decisivamente es el equivalente geopolítico del gasto deficitario desbocado. Hipoteca el futuro, comprando una calma falsa hoy al costo de mayor riesgo mañana. Los británicos aprendieron esta lección con el apaciguamiento antes de la Segunda Guerra Mundial, e Israel volvió a aprenderla a un costo horroroso el 7 de octubre. Los líderes de la Guerra Fría conocían esta verdad, arriesgando la guerra para mantener segura y libre a Europa detrás de una línea roja clara en Berlín. Nuestra seguridad y libertad dependen de que nuestros líderes tengan la misma determinación de acero hoy.

La última lección es una esperanzadora. El 7 de octubre del 2023, Israel absorbió la matanza masiva más horrorosa de judíos desde el Holocausto. Sin embargo, el pueblo de Israel vive. Los estadounidenses deberían prestar atención a la solidaridad y éxitos de Israel contra Hezbola, otros satélites iraníes, y el propio Irán en los últimos dos años.

La política partidaria a menudo amarga de Israel puede hacer que las divisiones políticas estadounidenses parezcan pequeñas y el discurso público estadounidense parezca manso. Pero debajo del debate político vituperador—y a pesar de las condenas de la "comunidad internacional" progresista—se oculta una profunda solidaridad social. El 7 de octubre, esa solidaridad se volvió clara cuando ciudadanos israelíes de todas las tendencias políticas invirtieron dinero, tiempo y esfuerzo en la defensa, cuidados médicos y educación. Los líderes empresarios cambiaron salas de juntas por campos agrícolas para reemplazar a los trabajadores desaparecidos. Judíos, musulmanes, cristianos y drusos se unieron. Esa solidaridad ayudó a los israelíes durante los primeros días de la guerra y más allá, mientras Israel asestaba golpes contra el eje terrorista liderado por Irán que muchos observadores descartaban como imposibles.

La disuasión, no los incentivos económicos, pueden todavía prevenir el día del juicio de Estados Unidos de América. Pero sin importar nuestras elecciones, ese día puede todavía llegar bajo nuestra mirada. Cuando llegue, ¿pondremos a un lado la política, la identidad y las quejas para estar hombro con hombro?

El Sr. Gallagher, un contribuyente del Journal, es director de defensa para Palantir Technologies y un miembro distinguido en el Hudson Institute. El representó al Octavo Distrito Congresional de Wisconsin (2017-24) y fue presidente de la Comisión Selecta sobre el Partido Comunista Chino.
imageSoldados participan en ejercicios militares en Tainan, Taiwán, julio 14. Foto: ann wang/Reuters
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