Hace exactamente un año, Eitan Mor estaba encerrado en un túnel, en la oscuridad, bajo una amenaza constante contra su vida.
En este Janucá, está aquí, vivo, respirando
y encendiendo luz.
Su testimonio nos recuerda lo que vivieron los rehenes y el verdadero significado de la luz en medio de la oscuridad absoluta.


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